No hay nadie allí, el verano está por allá,
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Y el barco está casi hundido hasta las rodillas en el agua.
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Y el barquero se llevó los remos antes del amanecer,
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Y lluvia, y de nuevo ni una estrella en el cielo.
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¡Eres todo tú, eres todo tú!
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¡Eres todo tú, eres todo tú!
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Regresé a la ciudad, ajeno y olvidado,
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Hogueras y ayunos nocturnos están por todas partes,
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Mi ciudad estaba ocupada, todos los castillos estaban rotos,
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Y las banderas han caído, y los templos están vacíos.
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¡Eres todo tú, eres todo tú!
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¡Eres todo tú, eres todo tú!
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Y no tenía sentido sentarse en este hedor,
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Y beber y llorar los sueños de alguien.
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Y el cura con un ridículo traje de civil
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Susurró, señalando con el dedo las cruces:
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“Solo piensa, ¿por qué necesitas esto?
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¡Te perderás por esto, no avanzarás ni una milla!
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Salí de allí en busca del verano,
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Sabía que pronto se levantarían los puentes.
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¡Eres todo tú, eres todo tú!
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¡Eres todo tú, eres todo tú!
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Eres la lluvia, eres el río, eres el fuego, eres el cometa,
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Eres el cielo sobre el mundo, eres estas flores.
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Estás aquí, estás conmigo, estás en algún lugar fuera de la ciudad,
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Y todo lo que me pasa eres Tú...
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¡Eres todo tú! |