Lord Salisbury me dijo
|
«Aunque pasemos la vida en aislamiento
|
Rodeado por el Mar Esmeralda
|
Sin miedo lo sabremos»
|
Mira hacia otro lado, mira hacia otro lado, mira hacia otro lado
|
A la plaza iluminada por lámparas
|
En el reflujo de mayo
|
Mira hacia otro lado, mira hacia otro lado, mira hacia otro lado
|
Para nuestra supervivencia
|
Lord Salisbury se toma su tiempo
|
El gobierno se sienta en contemplación
|
Todo está ordenado y en su mejor momento
|
Sin miedo lo sabremos
|
Mira hacia otro lado, mira hacia otro lado, mira hacia otro lado
|
Al barco envuelto en niebla en la bahía helada
|
Mira hacia otro lado, mira hacia otro lado, mira hacia otro lado
|
Para nuestra supervivencia
|
En la repisa de la chimenea hay un reloj de plata
|
Y cuenta las horas y no dan marcha atrás
|
La tarde se pone y la habitación se olvida.
|
El día que pasó antes
|
y por mi ventana
|
Ruedas de hierro en caballerizas empedradas
|
Pronto conocerás los cambios
|
Lord Salisbury lee las noticias
|
Y pone el papel sobre la mesa
|
Muchos caminos serán nuestros para elegir
|
Sin miedo lo sabremos
|
Mira hacia otro lado, mira hacia otro lado, mira hacia otro lado
|
A las flotas de acero y las olas de gris
|
Mira hacia otro lado, mira hacia otro lado, mira hacia otro lado
|
Para nuestra supervivencia
|
La reina es vieja, pero todavía persiste.
|
Como el sonido de desvanecimiento de una campana distante
|
Y Oscar Wilde en su celda de prisión
|
Lamenta un día más brillante
|
Y en alguna ventana ondea una bandera roja
|
En una sala de reuniones
|
Pronto conocerás los cambios
|
Lord Salisbury me dijo
|
«Aunque pasemos la vida en aislamiento
|
Rodeado por el Mar Esmeralda
|
Sin miedo lo sabremos»
|
Mira hacia otro lado, mira hacia otro lado, mira hacia otro lado
|
Al llanto solitario de la actualidad
|
Mira hacia otro lado, mira hacia otro lado, mira hacia otro lado
|
Para nuestra supervivencia |