| Deseando en desprecio del amor
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| Los justos vinieron a quemar nuestro bosque
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| Con tizones silbantes
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| Porque aunque servimos a las suaves curvas
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| de nuestra diosa oriental rodeada de serpientes
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| pensaron que nos atraparon
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| Besando coches fúnebres en su tierra
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| Enviar lejos el carruaje de calabaza
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| Ratones ciegos en tu cabeza
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| Desfilan como sacrílegos
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| Enviados de los muertos
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| Porque en esta casa de la oscura Madonna
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| La carne complacerá la vida
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| Por libre de pecado deshonraríamos
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| Todo ese sacrificio virgen
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| Destripar nuestra ciudad, masacrar todo dentro
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| Guarda el oro que va a Dios
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| No muestres piedad porque adoramos el pecado
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| No perdones el viejo ni el pararrayos
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| Levantamos nuestros cuernos de diablo
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| A los que se sientan en lo alto
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| Porque abajo en medio de las espinas
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| Nosotros mentimos
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| Esta noche los guardias negros vinieron a violar
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| Y arruinar esas almas empatizando
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| Con huir lejos
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| Arrojado a las curvas del río Tigris
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| De nuestra estrella tiara-ed Ishtar levantándose
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| pensaron que nos atraparon
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| Cortejando a Baphomet
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| Cortejando a Baphomet
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| Destripar nuestra ciudad, masacrar todo dentro
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| Guarda el oro que va a Dios
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| No muestres piedad porque adoramos el pecado
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| No perdones el viejo ni el pararrayos
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| Ella caminó por el mundo
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| Cuando el mundo se hizo para vestir
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| En una oscuridad perfecta
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| Una asesina en llamas
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| Naturaleza rizada, desatada, desplegada
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| El chasquido de un látigo en los labios de la ira
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| ¿Por qué tu santa orden
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| ¿No ser muerto por completo?
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| Deseando en desprecio del amor
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| Los justos vinieron a quemar nuestro bosque
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| Con solo versos para los condenados
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| Porque aunque servimos a las suaves curvas
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| de nuestra diosa oriental rodeada de serpientes
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| pensaron que nos atraparon
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| Meando maldiciones en la arena
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| Levantamos nuestros cuernos de diablo
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| A los que se sientan en lo alto
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| Porque abajo en medio de las espinas
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| Nosotros mentimos
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| Levantamos nuestros cuernos de diablo |