| Todos los domingos veo gente entrando por esas puertas delanteras
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| Tengo una cruz en ese campanario, sí, es hora de alabar al Señor
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| Algunos lo ven en su televisor, sentados en el sofá
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| Yo, me subo a mi viejo Bronco y señalo esos faros
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| Oh, no tengo muchas millas por recorrer, para salvar mi alma
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| Oye, bajo y hundo mis pies en el agua
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| Y absorbo ese sol y lo veo ponerse
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| Sí, puedo sentir el poder del evangelio del agua salada
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| Estoy tan cerca de Dios como puedo estar
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| Ahora no hay nada de malo en ponerte tu mejor domingo
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| Yo, no usaré nada que no pueda mojar
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| Solo pienso en lo pequeño que soy y en la vida después de que nos hayamos ido
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| Estoy aquí solo pero sé que no estoy solo
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| Sí, tengo todas las pruebas que necesito y seguro que me hace creer
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| Cuando bajo y hundo mis pies en el agua
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| Y absorbo ese sol y lo veo ponerse
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| Sí, puedo sentir el poder del evangelio del agua salada
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| Estoy tan cerca de Dios como puedo estar
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| Amén
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| Estoy en el cielo viendo todas estas olas rodar
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| Amén
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| Cuando me pierdo, sé dónde volver a encontrarme
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| Sí, bajo y hundo mis pies en el agua
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| Y absorbo ese sol y lo veo ponerse
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| Sí, puedo sentir el poder del evangelio del agua salada
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| Estoy tan cerca de Dios como puedo estar
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| Sí, bajo y hundo mis pies en el agua
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| Y absorbo ese sol y lo veo ponerse
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| Sí, puedo sentir el poder del evangelio del agua salada
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| Estoy tan cerca de Dios como puedo estar |