| Si viviste mucho
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| Uno ya no sabría a dónde ir
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| Para hacerte feliz de nuevo
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| Dondequiera que hayamos abandonado
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| De los abortos de la felicidad
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| Para pudrirse en las esquinas de las calles
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| India es un museo de intentos de felicidad, y África, Pakistán...
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| El mundo es un museo de esfuerzos.
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| Que quedan en el medio
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| De esfuerzos para hacer en vano
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| Nuestros impulsos, nuestras alegrías, nuestros amores
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| Cantando, cantando la Beatici, los Laureles. |
| Embarazar a las camareras...
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| Y darte cuenta que siempre te ha gustado… barato
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| Necesitamos ser más precisos.
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| En el amor, en los gustos
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| En las pasiones, en la elección de los asientos
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| Nuestros abortos están en todas partes
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| Esparcidos por todo el lugar
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| Y lo intentamos de nuevo
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| Porque es correcto intentar
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| Y producimos impulso
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| que luego tiramos al mar
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| Que se rompen inmediatamente y los tiramos
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| Y se vuelven abortos, abortos de alegría
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| ¿Y si nuestra felicidad fuera un dolor?
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| Un dolor solitario e insoportable
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| En cada calle habría un grito
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| El delirio... el delirio...
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| Si viviste mucho
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| Uno ya no sabría cómo hacerlo.
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| Para compensar una ira correcta
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| Sí, también por la ira.
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| también de odio
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| Dejamos demasiados abortos por ahí
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| Italia es un museo de intentos de subversión, de nuevos fermentos,
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| de cosas que nacen... que crecen...
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| El mundo es un museo de esfuerzos.
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| De extrañas acrobacias
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| Para hacerlo más efectivo
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| Nuestro compromiso, nuestra ira, nuestras locuras
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| No se puede decir que nos falte fuerza de voluntad. |
| Intentos por todos lados:
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| una revisión, una revisión de piezas. |
| Una feria de cosas incompletas e
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| poner en exhibición: un pedazo de amor, una ira que terminó mal, un poco de política,
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| un comienzo de la cultura. |
| Si necesitas probar, hay algo para todos.
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| ocasiones de la vida. |
| Solo tienes que saber elegir
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| Necesitamos ser más precisos.
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| Incluso en el odio, en la herejía
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| Al abordar la ira, la locura
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| Nuestra impotencia, nuestra incertidumbre
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| Nos limita a odiar sin ninguna exactitud
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| Se necesita un odio, un odio que permanece
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| No basta saber que hemos empezado bien
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| Nuestras rebeliones no duran mucho
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| Son abortos de ira, de ira sin rostro
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| No es solo una rabia, ya es una locura.
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| Un arrebato insoportable y solitario
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| Y en cada calle hay realmente un grito
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| El delirio... el delirio...
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| Es un hombre enojado que odia solo.
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| Pero ahora no duele
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| Le ladra a la luna, no muerde a nadie
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| Incluso el delirio se convierte en algo normal.
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| necesito un delirio
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| Que sea aún más fuerte
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| Pero tener un sentido de la vida
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| y no de la muerte |