| Me desperté esta mañana sin sentirme bien
|
| No fue la cerveza que bebí anoche
|
| Es el estado en el que estoy
|
| Solo sé que no estoy donde debo estar
|
| Escuché un viento del sur llamándome
|
| «¡Vuelve a casa otra vez!»
|
| Ahora estoy parado en el final solitario del camino que elegí
|
| Y no puedo dejar de pensar en las cosas que más extraño
|
| Podrían ser esos sábados por la noche y los honky tonks y los rodeos
|
| O la forma en que se pone el sol en las colinas de San Antonio
|
| Podría ser el polvo de mis botas
|
| Las millas de línea de cerca
|
| Ese viejo Rio Grande o el cielo abierto
|
| Pero mi mejor conjetura es que es esa chica en Texas
|
| Me paso todo el día empacando mi camión
|
| Mi jefe se olvidó de desearme suerte cuando dije «hasta luego»
|
| Ya es hora de que deshaga mi error
|
| Así que conduciré toda la noche por esa interestatal
|
| Hasta que me haya ido por completo
|
| Sé en el fondo de mi corazón que es lo que tengo que hacer
|
| Y si alguien me pregunta qué tengo más ganas
|
| ¡Sí!
|
| Podrían ser esos sábados por la noche y los honky tonks y los rodeos
|
| O la forma en que se pone el sol en las colinas de San Antonio
|
| Podría ser el polvo de mis botas
|
| Las millas de línea de cerca
|
| Ese viejo Rio Grande o el cielo abierto
|
| Pero mi mejor conjetura es que es esa chica en Texas
|
| Sí, vine camino a ver su sonrisa y cara
|
| Y no podría decirte por qué dejé ese lugar
|
| Extraño esos sábados por la noche y los honky tonks y los rodeos
|
| Y la forma en que se pone el sol en las colinas de San Antonio
|
| Su hermosa sonrisa, ojos azules brillantes
|
| Sosteniéndola cerca a la luz de la luna
|
| Lo que más extraño es a esa chica en Texas
|
| Lo que más amo es a esa chica en Texas
|
| Esa chica en Texas |