| Hay un pinchazo vigorizante en las sienes,
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| Como balas que golpean, pero sin plomo.
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| Ríos a lo largo de los corredores de los barcos.
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| Me vuelven a quitar la mente ridícula,
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| Y no hay expresión en la cara.
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| Y de nuevo el zorro astuto es mi antojo;
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| Me apartó de su ligero hombro y cayó a mi lado.
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| Ella dijo: “¡La historia no tiene fin!
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| Ingenuamente construyes un hombre valiente de ti mismo desde el principio.
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| Aquí hay nieve blanca. |
| Vamos, empápate un poco más.
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| ¿Ves cómo las viejas heridas todavía sangran?
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| ¿Recuerdas mi trasero tranquilo,
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| ¿En el que se escondió del torbellino de sueños sospechosos?
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| Y yo dije: “¡Espera! |
| Ahora, solo soy un observador".
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| Gritó con espuma en la boca: “¡Traidor!
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| Aquí, para que no encuentres un reemplazo,
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| Definitivamente no te sentirás bien sin mí".
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| Y la maté sin desperdiciar ni un ápice de nervios.
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| Olvidando cómo esa cosa me mató primero.
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| Sin hacerle caso último: "Lo siento..."
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| No le dejé una oportunidad, porque esa es la única forma en que podía crecer.
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| Los sentimientos son eternos. |
| Real.
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| Todo lo que tenemos no es por orgullo.
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| Parece ser un punto, pero una gota de arrepentimiento cayó al suelo.
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| Empezó a brotar un brote verde,
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| Y luego pasó de ser una brizna de hierba a un sistema.
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| Y de nuevo, tu asunto no es asunto mío.
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| Sin un pequeño detalle, los cimientos aún se derrumbaron.
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| Sumerge flechas venenosas en la espalda,
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| Y busco su sorbo con los labios secos.
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| Grito: “¡Espera!, no debiste cortar tan bruscamente”.
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| Mis palabrotas vuelan por la habitación vacía;
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| Las paredes presionan el cabello gris de mis sienes,
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| Y las estrellas todavía están en el cielo, pero mi telescopio está roto.
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| Ahora, ella está en silencio y no tiene sentido en la pasión,
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| Como una esvástica, nuestras dos sonrisas se entrelazaron.
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| El disco brillante del sol está pegado por nubes grises,
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| Ahora, ¿quién de nosotros es más genial? |
| ¿A quién le importa? |
| ¡Despierta!
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| No estoy aquí, pero ¿dónde estás? Dime por favor,
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| Ni siquiera existía, solo lo soñaste todo.
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| Las cortinas se abren, es hora de irse a casa.
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| A través del ligero susurro del follaje en las extensiones del soleado verano.
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| Los sentimientos son eternos, reales.
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| Todo lo que tenemos no es por orgullo. |