| Razón como maldición
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| La plaga que envió sobre nosotros
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| Su propia simiente, a su propia semejanza
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| Ahogado por manos encadenadas
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| Razón como nombre, razón como luz
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| Descendiendo al sumidero de la iniquidad
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| Para unir la llama brillante
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| de la vieja madre noche
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| Extendiendo su reinado, definiendo la ubicuidad
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| Ahogo mi corazón en lágrimas ácidas
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| Para ensuciar su carne con frío rechazo
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| Mi corazón abierto para que los ojos perforen
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| Un complemento perfecto para la disección de una mente
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| Guiado por las leyes de la desesperanza
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| Suspirando por la redención
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| busco destripar
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| Su nombre, su fuego, su amor para siempre
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| Exhalando el aliento del padre
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| Exhalando el aliento del padre
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| Reducir el yo a la simple disensión
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| Levantando secretos en su llama moribunda
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| Como un monumento de indimensión
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| Donde solo la muerte es mía para reclamar
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| Esta puerta está abierta ahora
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| Pelar la carne de los huesos y los huesos del espíritu
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| Entrego la mente, la sangre y las lágrimas de la razón para siempre
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| Desenmascarado como el aliento del cielo
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| Obligado como la muerte del conocimiento
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| Tu voluntad me ha hecho lo que soy
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| Y nunca estuvo destinado a ser
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| Recibí tu luz, recibí tu herida
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| Como un rito funerario para un corazón sepultado
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| Como estigmas, enviados de la tumba del santo credo
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| Como tu mano exige temer
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| Tu canon requiere perseverar
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| Para reclamar el corazón de aquellos
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| Atravesado por tan inmenso engaño |