| Mi ángel no se cayó,
|
| ella aterrizó
|
| A pesar de lo que ordenaron los guardias.
|
| y ella alimentó mis ojos,
|
| vistiendo sólo sus alas.
|
| Y nos quedamos despiertos toda la noche,
|
| haciendo cosas celestiales.
|
| Me dijo que vendrían a buscarla.
|
| No había forma de ocultarla.
|
| Pero cerré las puertas,
|
| como el tonto que soy.
|
| y lloré en sus brazos,
|
| «Solo soy un hombre.»
|
| Ella respondio,
|
| «Eso podría ser cierto,
|
| pero pienso mucho más en ti.»
|
| Así que durante siete días caminé a su lado.
|
| Y durante siete noches dormí dentro de ella.
|
| Pero me desperté el ocho,
|
| con un resfriado en mi piel.
|
| Y un espacio, en el lugar, donde debería haber estado su rostro.
|
| Y supe que habían venido a buscarla,
|
| así que recogí cada pluma caída.
|
| Y ella me avisó de esto,
|
| pero siempre me negué
|
| cuando ella dijo que seguiría adelante
|
| porque eso es lo que hacen los hombres.
|
| Respondí: «Eso puede ser cierto,
|
| pero pienso mucho más en ti.»
|
| Y con el paso de los años,
|
| Estaré mirando al cielo.
|
| Así que fui a buscar el cielo una mañana,
|
| y la vi en el suelo delante de mí,
|
| con una lagrima en el ojo,
|
| y un moretón en la barbilla,
|
| y una herida en la espalda
|
| donde deberían haber estado sus alas.
|
| Así que me arrodillé a su lado para tocarla,
|
| y me dijo que la caída la había aplastado.
|
| A cambio de sus pecados,
|
| Estaría condenado para siempre.
|
| Entonces ella les dio sus alas,
|
| si eso significara que obtendría el mío.
|
| Así que la abracé mientras salía el sol,
|
| y susurré mientras su corazón luchaba,
|
| «Oh, rezaré por el día en que esos tontos sigan adelante,
|
| porque haré que todos paguen por lo que te han hecho.»
|
| Ella respondio,
|
| «Eso podría ser cierto,
|
| pero creo que mucho más…» |