| Nacido en el centro del arco auroral
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| Con ojos reflejando sus formas sublimes
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| Una visión espléndida para entrar
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| Vestido con la apariencia de vigas en la neblina
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| Ilumina su eterno cuestionamiento
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| De mundos en el espacio lejano
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| A medida que la cortina de lo conocido se desvanece
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| Bajo el retrato de una estrella
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| Él ve un paraíso en cada flor
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| Un sistema solar en cada chispa
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| Está tratando de alcanzar un poder subliminal
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| Y lentamente se hunde en la oscuridad
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| El resplandor escénico esconde sus brasas
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| En función de subir una marea
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| Pero las cumbres de las montañas aún recuerdan
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| Donde solía montar
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| Su corazón, la imitación de los truenos.
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| Su aliento, la vocación de los vientos suaves
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| En un espíritu pensativo abriendo el capullo corporal
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| Mientras su mente se traga la luna
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| Él ve un paraíso en cada flor
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| Un sistema solar en cada chispa
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| Está tratando de alcanzar un poder subliminal
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| Y lentamente se hunde en la oscuridad
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| Como un Colón mental en éxtasis
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| Controlando su cueva espiritual
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| Pero solo una célula microscópica en la galaxia
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| Entonces, él es amo y esclavo
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| Un cometa en llamas que intenta pasar
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| A través de la puerta universal
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| Donde los ashrams acechan en el reloj de arena
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| En lo profundo del núcleo cósmico
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| Él ve un paraíso en cada flor
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| Un sistema solar en cada chispa
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| Está tratando de alcanzar un poder subliminal
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| Y lentamente se hunde en la oscuridad |