| Sin prohibiciones y huellas,
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| Sobre asfalto quemando llantas,
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| De la pesadilla de las ciudades
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| Los autos salen corriendo de la ciudad,
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| Y voluminosos como tanques
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| Ford, Lincoln, Selenium,
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| mustangs elegantes,
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| Mercedes, Citroën.
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| Como si supieran: el juego vale la pena,
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| ¡Será como una venganza de sangre contra las ciudades!
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| Date prisa, pero no quemes las velas,
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| Carburador, y que mas tienen alli.
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| Y el lienzo no se ve,
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| Limusinas, limusinas...
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| Entre ellos, como dos manchas,
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| Dos hermosos autos
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| Como si estuviera atado con una cuerda
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| (Y donde es delgado, allí se rompe).
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| Aceleradores, succión
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| No hay más negocios.
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| Como si supieran: el juego vale la pena,
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| Aunque solo sea para escapar, pagarán todas las facturas.
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| Bueno, tal vez él le dará un discurso.
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| En el claxon, y que mas tienen ahi.
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| es un monton de autos
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| te guarda rencor.
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| ¡Limusina gris claro!
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| ¡No la pierdas de vista!
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| ¡Adelante, mira, un cruce!
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| ¡Más riesgo, más fe!
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| ¡Vas a llegar tarde! |
| Y ahí está…
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| ¡Procrastinaste, gris claro!
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| Sabían: el juego vale la pena,
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| Y ahora, ¿qué están sonando las vallas publicitarias?
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| Bueno, tal vez la montaña está fuera de sus hombros.
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| O del capó, y qué más tienen ahí.
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| No, el tenedor es como un problema,
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| Flechas separadas, y no estás aquí.
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| Realmente nunca
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| ¿Los cruces nos acercan?
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| Este converge, uno
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| Y, encendiendo la séptima velocidad,
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| Limusina gris claro
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| Se olvidó de pisar los frenos.
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| Bueno, muévete, ¿sueños vacíos?
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| ¿O es una enemistad de sangre contra las ciudades?
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| ruedas rodadas, puentes
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| Y corazones, o cualquier otra cosa que tengan ahí. |