En la reserva, esa es la que se me olvidó,
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Érase una vez una cabra, de largos cuernos,
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Aunque vivió con lobos, no aulló como un lobo,
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Canciones baladas, pero todo chivo.
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Y arrancó la hierba, y labró sus costados,
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No escuches una mala palabra de él.
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Había sentido de él, sin embargo, como de la leche de una cabra,
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Pero no hay daño, sin embargo.
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Vivía en un pasto, cerca de un lago,
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No invadir las posesiones de otras personas.
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Pero notaron una cabra modesta.
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Y fueron elegidos como chivos expiatorios.
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Por ejemplo, un oso, un alborotador y un pícaro,
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lastimar a alguien como un oso
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Inmediatamente se encontrará una cabra, se traerá y se golpeará,
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Por sus cuernos, y entre él...
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No resistió, gris, la violencia con el mal,
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y soportó palizas con alegría y orgullo,
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El propio oso dijo: "Chicos, estoy orgulloso de la cabra,
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¡Personalidad heroica, cara de chivo!
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Cuidaron de la cabra como heredera.
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Incluso hubo una prohibición en el bosque.
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Del territorio de la reserva
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Liberar al chivo expiatorio.
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Y la cabra seguía saltando como una cabra, |