Niebla y humo acre, no hay sol en el cielo,
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Toda la gente aquí está vestida de gris aburrido, como ratones.
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Pero en todas partes: orden y ley de acero,
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Un dragón reina sobre estandartes de seda.
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La felicidad terrenal arde con fuego sacrificial,
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El dragón juega con el poder en tu ciudad y en el mundo,
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La sangre maligna tiraniza la mente del sabio,
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Hizo a todos esclavos, un rebaño sin rostro.
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Pero la paz siempre es más cara
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Dinero, verdad, amor,
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El miedo a la libertad del alma roe,
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Y siervos obedientes.
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Levántate de tus rodillas, toma una bocanada de aire fresco,
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No puedes ser un don nadie en una multitud gris toda tu vida.
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Abre los ojos, créeme, entonces será demasiado tarde
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Y prepárate, contra el destino,
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Mata al dragón que llevas dentro.
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El tirano, como todos los demás, no es eterno, y las cenizas se esparcen,
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El gran mito desmentido sobre los hermosos días del amanecer.
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Y otra vez los juegos de poder, otra vez la lucha por el trono,
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Y el fantasma de la felicidad le da a la gente un nuevo dragón.
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¿Qué hechizo antiguo dibuja esta espiral?
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La avaricia volverá a apretar en sus brazos,
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El poder se sumergirá en el mismo acero.
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Levántate de tus rodillas, toma una bocanada de aire fresco,
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No puedes ser un don nadie en una multitud gris toda tu vida.
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Abre los ojos, créeme, entonces será demasiado tarde
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Y prepárate, contra el destino,
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Mata al dragón que llevas dentro.
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En cada sueño duerme el espíritu del dragón,
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Todos nacemos con eso.
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El poder y la codicia son las leyes
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que la gente juega.
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Levántate de tus rodillas, toma una bocanada de aire fresco,
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No puedes ser un don nadie en una multitud gris toda tu vida.
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Abre los ojos, créeme, entonces será demasiado tarde
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Y prepárate, a pesar de...
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Levántate de tus rodillas, toma una bocanada de aire fresco,
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No puedes ser un don nadie en una multitud gris toda tu vida.
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Abre los ojos, créeme, entonces será demasiado tarde
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Y prepárate, contra el destino,
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Mata al dragón que llevas dentro. |