Dondequiera que lleven los caminos,
|
Hasta la tapa del ataúd, todo psicópata lo sabe.
|
Los armenios cosen botas de la suerte,
|
Y yo cosería uno de ellos.
|
Busca el destino: las suelas se caerán,
|
Melones dulces crecen en Tashkent,
|
Sacan una tonelada de calzos de cada cien metros cuadrados
|
Por tu arduo trabajo musulmán.
|
Y robamos una cucharadita por hora
|
En el carril central inmensamente empobrecido
|
Y montamos tranvías en el carro,
|
Y giramos como una ardilla en una rueda.
|
Alrededor de la gente están sin dinero hasta el punto de disgusto.
|
Aquí apenas se atiende a los lisiados.
|
Pero las minorías nacionales
|
Venden tulipanes en las calles.
|
Pégalo a la izquierda: bolsillos desnudos.
|
Lo pegas a la derecha: un bolso delgado.
|
La policía ya registró a todos los borrachos,
|
Y la gente que no está borracha simplemente no tiene dinero.
|
Dondequiera que mires, en todas partes "vasya desnuda"
|
Se va a casa exhausto y roto,
|
Y si por la mañana comenzó a sonar el billete de tres rublos...
|
Por la noche, miras, su bola está inundada.
|
Entendí, necesitas hacer tus pies hacia el sur,
|
Cambia tanto la latitud como la longitud -
|
El Cáucaso alimentará a un ladrón y a un amigo,
|
¡No olvidaremos esta amabilidad!
|
vendré, viviré en un lugar nuevo,
|
No atraparé miserables rublos.
|
Cáucaso nativo, estaremos juntos de nuevo
|
¡Conoce grandes barcos en los puertos!
|
perdiendo
|
Batumi, Poti, Sochi, Yalta, Khosta…
|
Allí me acuesto bajo el sol bochornoso para el contenido de mi corazón.
|
Vivir bajo el sol del sur es fácil y sencillo -
|
Hay un mar de mujeres y hay algo que robar.
|
Azul marino, dolorosamente familiar,
|
Delante de mí se abrirá su extensión,
|
Y de ahora en adelante (¡un siglo para no ver el testamento!)
|
¡Vi la maldita Siberia en el ataúd! |