| Junto al océano me senté un día
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| Vi mi vida de otra manera
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| Todas esas pruebas en vano
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| Sueños rotos fue todo lo que gané
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| Recuerda bien cuando era un niño
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| Las promesas se convirtieron en mentiras
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| ¡Dejándonos un mundo apagado!
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| Abrázame en tus brazos
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| Ahógame en dulce humedad
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| Aliento de fuego lascivo que cubre el desbordamiento
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| Tus colmillos penetran suavemente
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| El placer y el dolor
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| Disolviendo discierno:
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| ¡Estoy vivo!
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| Pedí amor, obtuve una jaula de oro
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| Emociones plásticas en una era plástica
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| El dolor que sentí me dijeron que no era real
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| «¡La Tierra!», exclamé: ¡Mi último llamamiento!
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| Ahora es mi turno de darme cuenta
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| Para cambiar el camino, para cambiar el lado
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| El pasado se ha ido, que descanse en paz
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| Un nuevo amanecer se desvanece cuando ella siembra la semilla
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| Abrázame en tus brazos...
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| La revelación de un sueño de medianoche
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| Vi un deseo trascendental
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| Mi vida puesta en tus manos
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| Mi confianza…
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| El trasfondo de la realidad
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| A solo un paso
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| ¿Tengo que cruzar la frontera?
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| ¿Me atreveré?
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| En sueños morí mil veces
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| Pero luego un sueño: un santuario dorado
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| Sus palabras susurradas calmaron mi dolor
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| Que franqueza en este mundo de ladrones
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| Escucho la llamada del mar rugiente
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| Todavía hay un fuego ardiendo dentro de mí
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| El viento me llevará a otra orilla
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| ¡La Tierra soy yo, por los siglos de los siglos!
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| ¡Muy abajo, llévame al océano del amor!
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| Solo de nuevo estoy de pie
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| Entre los escombros de un sueño
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| Tener que enfrentarse una vez más
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| La locura del amor
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| Pero sé que la Diosa
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| Escuchará mi llamada anhelante
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| y su canto encantador
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| Hará que mi corazón baile |