| Desde que eras una niña
|
| Tu papi te dijo, «tú podrías dirigir el mundo»
|
| Lo supe cuando nos conocimos ese día
|
| Cuando estabas sentado en la esquina bebiendo Earl Grey
|
| Tuviste los sueños más dulces en tus ojos
|
| Que arden con el fuego persiguiendo los cielos del atardecer
|
| Por mucho que quisiera abrazarte, no pude detenerte
|
| No hay nada que te detenga
|
| Porque tu mente está puesta en
|
| Donde tu corazón dice «ve»
|
| Vamos, vamos chica, vamos
|
| Espero que me encuentres en la sonrisa de un extraño
|
| Espero que me escuches en las millas solitarias
|
| Tienes que hacer aquello para lo que naciste
|
| Porque no hay nada que te detenga
|
| Mientras miras por la ventana cuando subes a un tren
|
| Cuando tomas un sorbo, ¿dices mi nombre?
|
| Cuando te pierdes en la costa plateada
|
| ¿Quieres parar un minuto y bailar con mi fantasma?
|
| En las flores de las calles de Roma
|
| ¿Captas un aroma de mi colonia?
|
| Justo cuando creo que querrás volver a casa
|
| No hay nada que te detenga
|
| Porque tu mente está puesta en
|
| Donde tu corazón dice «ve»
|
| Vamos, vamos chica, vamos
|
| Espero que me encuentres en la sonrisa de un extraño
|
| Espero que me escuches en las millas solitarias
|
| Tienes que hacer aquello para lo que naciste
|
| Porque no hay nada que te detenga
|
| A veces te veo
|
| Cuando no hay nadie
|
| Y el viento sopla a través
|
| tu cabello dorado
|
| quemadura de whisky
|
| Y los registros giran
|
| Rezo para que vuelvas de nuevo
|
| Pero hasta entonces
|
| Hasta entonces
|
| No hay nada que te detenga
|
| Porque tu mente está puesta en
|
| Donde tu corazón dice «ve»
|
| Vamos, vamos chica, vamos
|
| Espero que me encuentres en la sonrisa de un extraño
|
| Espero que me escuches en las millas solitarias
|
| Tienes que hacer aquello para lo que naciste
|
| Porque no hay nada que te detenga
|
| Sin detenerte
|
| Sin detenerte |