| Había una vez un rey, que llamó a la primavera,
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| Porque su mundo aún estaba cubierto de nieve,
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| Pero la primavera no había sido, porque él era malvado y mezquino,
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| En sus campos de invierno nada crecería;
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| Y cuando un viajero llamaba pidiendo ayuda a la puerta,
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| Solo comida y cama por una noche,
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| Ordenó a su esclavo que la rechazara,
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| La chica con abril en los ojos...
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| Oh, oh, oh, sigue y sigue,
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| A través de la noche de invierno, el viento salvaje y la nieve,
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| Hola, hola, hola, una y otra vez ella cabalga,
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| Que alguien ayude a la niña con abril en los ojos...
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| Cabalgó a través de la noche hasta que llegó a la luz,
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| de la casa de un hombre humilde en el bosque,
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| Él la llevó adentro, a la luz del fuego ella murió,
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| Y él la enterró suavemente y bien;
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| Oh, la mañana era brillante, todo el mundo blanco como la nieve,
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| Pero cuando llegó al lugar donde ella yacía,
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| Su campo estaba en llamas con flores en la tumba,
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| De la niña con abril en los ojos…
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| Oh, oh, oh, sigue y sigue,
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| A través de la noche de invierno, el viento salvaje y la nieve,
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| Hola, hola, hola, sigue y sigue volando,
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| Ella se ha ido, la chica con abril en los ojos... |