| Silencio y dinero primero
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| Somos dos opuestos que equilibran a la puta malvada, la última plaga de las relaciones
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| Echo la sal que te hace macerar
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| mis momentos han pasado
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| Te rompí por no escucharte hablar
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| Fue un impulso conciso a la esencia.
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| Y lo que piensas en un pañuelo para tirar
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| Dentro de una rueda que tal vez nunca girará el poder de elección
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| te dejo donde te encuentro pinza que traga
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| Un mundo se detuvo en un punto de una trayectoria
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| Para los que hablan de velocidad urbana, no me importa de donde vengas
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| Si lo explotas o te deshaces de él
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| Una desviación en los signos, justificable si me decepcionas
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| Perteneces a mi margen de transparencia desperdiciado
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| De una imposición que empezó mal - calibrada por dentro
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| Espero que haya muerto peor
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| Silencio y dinero primero
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| En el fracaso de la traición en serie
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| Para aquellos que se enfrentan a la similitud.
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| Quien lo precedió a estampar está de servicio o sueña
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| Niebla y vertederos agotados
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| Estamos rastreando sus residuos vitales
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| El respiradero raspó hasta el hueso dos polos expuestos a la congelación para somatizar
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| Dentro de una rueda que tal vez nunca girará el poder de elección
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| te dejo donde te encuentro pinza que traga
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| Un mundo se detuvo en un punto de una trayectoria
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| Para los que hablan de velocidad urbana
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| no me importa de donde vienes
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| Si eres explotado o te desharás de él
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| La hipocresía de los saludos consuetudinarios
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| Gestos mecánicos desde el asiento reclinable
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| Un aparcamiento apartado que sigue siendo indiscreto
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| La transparencia de una imposición
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| Resuma la condenación de nuestro grupo:
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| Para los que acumulan y los que vacían. |
| trasplante de ojos
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| trasplantado
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| Pero la realidad interior está en otra parte.
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| Hemos cambiado
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| Por una mano que no tuvo piedad, pasé por alto todo remordimiento
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| Como gaviotas empujadas mar adentro
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| Con la certeza de morir solo |