| Suena los cuernos, grandiosa es su llamada
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| Bendiciendo el triunfo de la batalla
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| Nutrido en sangre, el dolor de todos nosotros
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| El clamor de nuestros sonajeros finales
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| Levantándose en poder, la gloria de nuestros reyes
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| Empapado en su moral, vergüenza y suciedad
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| Vendido por un centavo y vendido por sus medios
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| Estamos obligados a ahogarnos en todos sus pecados
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| Así siempre a los tiranos, paseo sin gloria
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| Sic semper tyrannis, el diablo y su novia
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| Un chorro de sangre, resolvió nuestros cuentos
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| Escrito por manos de un monstruo
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| Las ramas ahora enraizadas y crecidas en nuestros senderos
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| Floreció del dolor de nuestros padres
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| Levantándose en poder, la gloria de nuestros reyes
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| Empapado en su moral, vergüenza y suciedad
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| Vendido por un centavo y vendido por sus medios
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| Estamos obligados a ahogarnos en todos sus pecados
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| Así siempre a los Tiranos, paseo sin gloria
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| Sic semper Tyrannis, el diablo y su novia
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| «Mañana colgarán del roble más viejo
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| Y una luna pálida iluminará el cielo
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| Sus cuellos se romperán, nadie sentirá dolor
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| Y una cruz torcida estará allí torcida»
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| Anochecer: este será su último anochecer.
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| Anochecer: este será su último anochecer.
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| Así siempre a los tiranos, paseo sin gloria
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| Sic semper tyrannis, el diablo y su novia
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| «Mañana colgarán del roble más viejo
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| Y una luna pálida iluminará el cielo
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| Sus cuellos se romperán, nadie sentirá dolor
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| Y una cruz torcida estará allí torcida»
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| Anochecer: este será su último anochecer. |