| Perdido en recuerdos de inocencia me encuentro asombrado, temblando
|
| Dirigiendo miradas al sol poniente, a la llanura dorada debajo
|
| El mar de ramas verdes de la llanura en una forma infinita de gracia
|
| (Reflejando los cielos)
|
| Dejo las piernas girando largo el grado, en el amanecer y más allá
|
| En medio del mar verde yacía mi abrazo secreto
|
| El pedacito de cielo techado de ramas era mi propio lugar
|
| Mi hogar, donde podría soñar y esconderme
|
| Ahora estoy dejando todo atrás, invoco la luz del amanecer
|
| Adentro, para convertirme en un nuevo yo por un día
|
| Deja mis manos y déjame ir, voy con la corriente
|
| Lejos, donde las hadas interminables aún viven
|
| No recuerdo cómo me encontré en mi reino en esa noche de verano
|
| Aromas de océanos distantes y tormentas que se acercan desde el horizonte profundo
|
| La figura aérea emergió de los troncos y me habló con desconsuelo.
|
| (Vive tu último aliento)
|
| Reflejo mis ojos en sus ojos, los aprecié por última vez
|
| El patrón de las estrellas de arriba fue mi último testigo y juez
|
| Ese pedacito de refugio tiene grabado mi nombre en el cielo
|
| Debajo de una cúpula de luces carmesí
|
| Ahora estoy dejando todo atrás, invoco la luz del amanecer
|
| Adentro, para convertirme en un nuevo yo por un día
|
| Deja mis manos y déjame ir, voy con la corriente
|
| Lejos, donde las hadas interminables todavía viven una y otra vez
|
| Ahora que dejé todo atrás, ese secreto guardado dentro
|
| Se desvanece como el olor de una última noche de ensueño
|
| he dejado cielos celestes, como suspiros que cortan navajas
|
| Entre quedarse y cabalgar sobre las mareas
|
| Florecen llamas y fuegos de verano o se pierden en piras de niebla
|
| Mira hacia atrás, el universo es solo una mota de polvo que se fue volando |