| El motor vuelve a reunir todas sus fuerzas,
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| ya de las gargantas negras de las boquillas sale un trueno.
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| Está amaneciendo lentamente.
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| Miro desde la baranda de la rampa por un rato,
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| como se rueda la pista dentro de la carabela
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| Algún lugar lejano.
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| Y de repente se me ocurre
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| la pista todavía se queda aquí.
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| Sabe, como yo, el precio de los días,
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| ya en despedida sospechosos bienvenidos.
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| El piloto debe haber recibido la orden de despegar,
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| único ritual - fractura de ligamento - desde la torre de control
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| sigue desaparecido.
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| Y para eso solo se ilumina la pista larga,
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| con su cadena de luces brillantes que brillan en color
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| adiós da.
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| y por eso se me ocurre
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| la pista todavía se queda aquí.
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| Él sabe, como yo, el precio de los días.
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| Ya en la despedida, intuye la bienvenida.
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| y por eso se me ocurre
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| la pista todavía se queda aquí.
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| Él sabe, como yo, el precio de los días.
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| Ya en la despedida, intuye la bienvenida.
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| Esto permitirá que las lágrimas de los charcos poco profundos se sequen.
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| Quiere dar la bienvenida a las máquinas que regresan a casa.
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| en plena belleza.
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| y por eso se me ocurre
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| la pista todavía se queda aquí.
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| Conoce el precio de sus propios días,
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| ya en despedida sospechosos bienvenidos.
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| Esa pista es como yo,
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| la pista todavía se queda aquí.
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| Se sabe adiós por muchos días,
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| sin embargo, todavía está lleno de esperanza.
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| El motor vuelve a reunir todas sus fuerzas,
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| ya de las gargantas negras de las boquillas sale un trueno.
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| Está amaneciendo de nuevo.
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| Miro desde la baranda de la rampa por un rato,
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| como se rueda la pista dentro de la carabela
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| Algún lugar lejano.
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| El piloto debe haber recibido la orden de despegar,
|
| único ritual - fractura de ligamento - desde la torre de control
|
| sigue desaparecido.
|
| Y para eso solo se ilumina la pista larga,
|
| con su cadena de luces brillantes que brillan en color
|
| adiós da. |