| A menudo escucho una voz que vuela hacia mí
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| En el ruido de la ciudad y en el silencio medio dormido.
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| Estoy tratando de entender quién me está llamando,
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| Y de nuevo me lanzo al torbellino de la ciudad.
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| De vuelta a donde, como chispas de un fuego
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| Las luces están volando, y donde apenas
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| Escucho palabras volando hacia mí.
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| Encuéntrame, descubre la voz
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| Encuentra tu mirada en la corriente del día.
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| Ven a mí, ven a mi mundo,
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| Vuela hacia mi sueño, encuéntrame.
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| Las formas de la calle se escapan
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| Respira en mi espalda, con prisa por alcanzarme por la noche.
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| Donde el azar me citará contigo,
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| ¿Dónde se cruzarán los dos caminos ya qué hora?
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| A través del flujo de autos no voy, pero vuelo
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| De nuevo, giro el volante con cansancio.
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| Quiero estar a tiempo, en respuesta te grito...
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| Las líneas se difuminan, el vino hace espuma
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| Los sonidos se desvanecen y la película termina.
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| De nuevo el fracaso, de nuevo el vacío,
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| Ni una sola línea en la superficie de la hoja.
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| Pero vendrá de nuevo, llegará la hora en que
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| Correrán hacia mí como hojas en el viento
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| Tus palabras lejanas...
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| Encuéntrame, descubre la voz
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| Encuentra tu mirada en la corriente del día.
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| Ven a mí, ven a mi mundo,
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| Vuela hacia mi sueño, ¡encuéntrame! |