| Creo que veo un camino lleno de surcos de carretas
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| Con las malas hierbas creciendo alto entre las pistas
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| Y a un lado corre una cerca de alambre de púas oxidada
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| Y más allá se encuentra una vieja choza de papel alquitranado
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| Mississippi, estás en mi mente
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| Mississippi, estás en mi mente
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| Oh, Mississippi, estás en mi mente
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| Creo que escucho un viejo John Deere ruidoso
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| En un campo salpicado de pelusa de algodón sucia
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| Y debajo del campo corre un pequeño arroyo sombreado
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| Y allí encontrarás las frescas hojas verdes de menta.
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| Mississippi, estás en mi mente
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| Mississippi, estás en mi mente
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| Oh, Mississippi, estás en mi mente
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| Creo que huelo la vid de madreselva
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| La dulzura pesada me gusta enfermarme
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| Y los perros, Dios mío, tienen hambre todo el tiempo
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| Y las serpientes duermen donde la maleza es espesa
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| Mississippi, estás en mi mente
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| Mississippi, estás en mi mente
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| Oh, Mississippi, estás en mi mente
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| Creo que siento un calor de horno enojado
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| El sol del sur simplemente brilla en el cielo
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| En la maleza polvorienta salta un gordo saltamontes
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| Quiero llegar a ese arroyo antes de freírme
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| Mississippi, estás en mi mente
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| Mississippi, estás en mi mente
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| Oh, Mississippi, estás en mi mente
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| Mississippi, estás en mi mente
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| Mississippi, estás en mi mente
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| Oh, Mississippi, estás en mi mente |