| Viví con la gente decente
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| En las colinas del viejo Vermont
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| Donde lo que haces todo el día
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| Depende de lo que quieras
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| Y me junté con una mujer allí
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| Aunque todavía era un niño
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| Y sonrío como el sol
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| Pensar en el amor que hicimos
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| Se levantaba cada mañana y se iba a trabajar
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| Y ella me mantuvo con su paga
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| estuve haciendo el amor toda la noche
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| Y tocar la guitarra todo el día
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| Y tengo sidra de manzana y pan casero
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| Para hacer que un hombre diga gracias
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| Y sábanas limpias en mi cama
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| Y una chimenea de pies calientes
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| Dama yanqui tan buena conmigo,
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| Dama yanqui solo un recuerdo
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| Dama yanqui tan buena conmigo,
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| Tu recuerdo me basta Un paseo otoñal por un camino rural
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| Y un millón de árboles en llamas
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| me sentía intranquilo
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| Porque había invierno en la brisa
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| Y ella dijo: «Oh, Jesse, mira para allá,
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| Los pájaros van hacia el sur
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| Oh Jesse, tengo tanto miedo
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| Perder el amor que hemos encontrado.»
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| Dama yanqui tan buena conmigo,
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| Dama yanqui solo un recuerdo
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| Dama yanqui tan buena conmigo,
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| tu recuerdo me basta no se que me llamo pero se que tenia que ir
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| Dejé esa ciudad de Vermont
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| Con ascensor a México
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| Y ahora cuando me veo
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| Como un extraño por mi nacimiento
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| El recuerdo de la dama yanqui
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| Me recuerda mi valor
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| Dama yanqui tan buena conmigo,
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| Dama yanqui solo un recuerdo
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| Dama yanqui tan buena conmigo,
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| tu recuerdo me basta |