| Eres el ojo de un huracán, la calma dentro de una tormenta
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| Cuando termina el día, eres el sol de medianoche
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| Puedo correr para mantenerme caliente
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| Eres el ojo de un huracán, un faro en la noche
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| Cuando suena el silbato hasta que canta el gallo
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| Sé que me vas a hacer bien, sí
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| Atrapado en el puente de la bahía arrastrándose a través de la niebla
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| Es un día de perro come perro
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| Trabajando en el extremo sur, reparando agujeros
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| Que el invierno se va a lavar
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| Y cuando el jefe grita: «¡Hora de marcharse!»
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| Estaré en mi camino, llueva o truene
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| A esas luces de Tampa llamándome al otro lado de la bahía
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| Eres el ojo de un huracán, la calma dentro de una tormenta
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| Cuando termina el día, eres el sol de medianoche
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| Puedo correr para mantenerme caliente
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| Eres el ojo de un huracán, un faro en la noche
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| Cuando suena el silbato hasta que canta el gallo
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| Sé que me vas a hacer bien, sí
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| Hablando con el hombre del banco, tratando de obtener un préstamo
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| Tengo que mantener alejada a la manada de lobos
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| Pasando por el depósito de chatarra, buscando una parte
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| Para rejuvenecer el Pontiac
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| Y esa nube oscura sigue dando vueltas
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| Señor, la marea sube, cuando las fichas están bajas
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| Pero tengo tu amor para ayudarme a recuperar los cielos azules
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| Eres el ojo de un huracán, la calma dentro de una tormenta
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| Cuando termina el día, eres el sol de medianoche
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| Puedo correr para mantenerme caliente
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| Eres el ojo de un huracán, un faro en la noche
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| Cuando suena el silbato hasta que canta el gallo
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| Sé que me vas a hacer bien, sí |