| Afuera las hojas caen lentamente de los árboles
|
| Se acercan nubes negras, se avecina una tormenta. Dentro del confesionario, Angel y yo estamos jugando.
|
| Hago el papel de sacerdote, y ella es la pecadora de todos mis sueños...
|
| Sueños, sueños, se convierten en una pesadilla
|
| Un cambio repentino en su rostro, su sonrisa se ha ido sin dejar rastro
|
| «Nada… nada es para siempre», dijo
|
| «Tantas cosas están mal aquí dentro, tantas veces he vivido con miedo
|
| Hace un año… firmé un pacto sagrado, y si me amas también lo harás»
|
| Entonces ella me habló del Pacto, sus lágrimas no fueron un acto
|
| Y no estaban solos, todos mis sueños... destrozados hasta los huesos
|
| Caí de rodillas en oración... pero ohhh esto es el infierno
|
| El Pacto es tan poderoso que no te deja salida
|
| A menos que dentro de un año, alguien más lo firme con sangre
|
| Alguien que tome tu lugar, para proteger esta iglesia malvada
|
| Otro lobo para vagar por las colinas, otro lobo... para matar
|
| «Nada… nada es para siempre», dijo
|
| «Tantas cosas están mal aquí dentro, tantas veces he vivido con miedo
|
| Hace un año… firmé un pacto sagrado»
|
| Si lo firmo ahora, Ángel será libre de irse. Debe irse sin su memoria, ya no como un lobo, sino como una dama.
|
| Y si no lo hago, en siete días ella morirá ante mis propios ojos.
|
| De cualquier manera... nunca la volveré a ver.
|
| Si firmo, entonces debo quedarme, y solo irme como un lobo para la presa
|
| «Nada… nada es para siempre», dijo
|
| «Tantas cosas están mal aquí dentro, tantas veces he vivido con miedo
|
| Hace un año… firmé un pacto sagrado»
|
| Y ahora lo estoy firmando por ti |