| Hubo un tiempo, y ahora todo ha pasado
|
| Cuando vivíamos juntos, ella y yo
|
| La forma en que éramos, era solo la forma de ser
|
| Yo la cuidé y ella me cuidó
|
| Y ese arreglo parecía funcionar perfectamente.
|
| Tocó el timbre el lechero, me levanté de la cama
|
| Abrí su bolso, le pagué lo que dijo
|
| Tomaba un vaso de leche y de vuelta en la cama me subía
|
| Entiendes que ella estaba fuera trabajando todo el tiempo.
|
| Y así vivimos, yo y mi ratoncita
|
| En ese cómodo dos por cuatro donde teníamos casa
|
| Ese fue un tiempo, y ahora todo ha pasado
|
| Cuando éramos pobres pero felices, él y yo
|
| Pero cuando el día no me traería trabajo
|
| Él maldeciría y diría cuán perezoso puedes ser
|
| Lo dejaré resoplar y resoplar
|
| He trabajado mucho tiempo
|
| Pero cuando bebía demasiado, me ponía un poco sombrío
|
| Y gritar a la casa cómo me paré un payaso como él
|
| Y luego se daba la vuelta y trataba de morderme el brazo.
|
| Y lo patearía en los dientes, sin querer hacerle daño.
|
| Fue tan dulce ser su pequeña esposa.
|
| En esa falta de dos por cuatro donde jugaba la casita
|
| Oh tiempo feliz y ahora todo se ha ido
|
| Hasta que nos dejemos el uno al otro, tú y yo
|
| Te quedaste en la cama todo el día y no sonríes
|
| Sabes que dijimos que harías todo el trabajo
|
| Ahora el sueño es por la noche que dicen
|
| No está mal de día
|
| Entonces me llené, juré que no me movería
|
| Parecía que pronto estaría cuidando de ella.
|
| Uno pensaría que una mujer tiene derecho a tener una queja
|
| Me dejaste plana. |
| Bueno, yo no soy del tipo que trabaja
|
| Cerramos la puerta y cada uno comenzó a vagar
|
| Adiós dulce dos por cuatro que llamamos hogar |