| En tierra de nadie entre el cielo y el infierno
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| La locura es cantar mi nombre
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| Mil almas erráticas en la vida
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| Encadenados en ningún lugar les robaron el cielo
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| Ruidos desafinados pulsan mi mente
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| Un infierno de ópera fatal de sonidos
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| Mi conciencia se desvanece, se desvanece
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| En ninguna parte en el tiempo
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| Ayer es mañana y hoy
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| Caras sin sombra almas sin nombre
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| De pie hipnotizado volviéndose loco
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| Escuchar sin poder hacer nada
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| Escucha…
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| A la sinfonía de los condenados
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| busco la luz que no encuentro
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| Busco sombras en esta vida atrás
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| Desde el sur del cielo me están llamando
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| A través de esta custodia psíquica histérica
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| Siento manos de nada compacta
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| Aprieta su agarre sobre mí
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| Sinfonía de los condenados
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| Corredores a ciegas, puedo verlos
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| Parpadeando en las sombras de mi conciencia
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| Hay una voz llamando a mi alma
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| En mi mente los sentidos se desbordan
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| A un pasado cumbre de lo humano
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| Como un dios, extiendo mis alas, puedo volar
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| Estoy vivo, tengo el fuego, tengo la rabia
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| Como un ave de rapiña gigante, soy la noche
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| Soy la oscuridad, soy el cuervo, soy el
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| Que llamarías descendido del cielo
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| Como lágrimas perdidas en la lluvia que la música se desvanece...
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| Estoy barriendo el paraíso
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| Donde este dios gobierna disfrazado
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| Más adelante a un lugar más alto
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| Donde me prometieron nacer de nuevo
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| Como lágrimas perdidas en la lluvia que la música se desvanece...
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| Esa sinfonía de los malditos |