| Cuando nacen los bebes
|
| Oh, volvámoslo a la nieve
|
| Para que el hielo seguramente crecerá
|
| Sobre huesos débiles y quebradizos
|
| Oh, dejémoslo en manos de los lobos
|
| Oh, sus dientes lo convierten en comida
|
| Oh, su carne los mantiene vivos
|
| Oh, su muerte ayuda a la vida a sobrevivir
|
| Oh, el mundo puede ser amable a su manera
|
| Oh, bueno, tu futuro es una máquina
|
| Con la mecánica de un sueño
|
| Es tu mente la que hace girar la rueda
|
| Y tu corazón que te hace sentir
|
| Toda la culpa por todos tus pecados
|
| Ah, y mientras esa rueda gira
|
| Oh, bueno, juega como ellos creían
|
| Y por tu marido te has afligido
|
| Ay el mundo
|
| Todavía te engaña a medida que gira
|
| Bueno, en mis momentos más débiles pude ver
|
| Oh, que el corazón sea La parte más débil de mí Oh, y la luna controle
|
| Los movimientos de la marea
|
| Oh pero no tiene peso en los movimientos de mi mente
|
| Pero si conviertes tus manos en llamas
|
| Oh, la luz arderá igual
|
| Ya sea que lo pases
|
| O si es lo que pretendías hacer y tu sentido de culpabilidad
|
| Es de las guías que percibiste
|
| Su mentira constante que crees
|
| Te mostraré gracia
|
| Oh, cuando te conviertes en un fantasma
|
| Oh, pero ahora el amor que encontraste
|
| Te está levantando de un suelo fangoso
|
| Y, oh, la muerte te defraudará
|
| Porque tu maldición seguirá siendo la misma |