| "Quema los puentes, apaga el fuego,
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| ¡Rompe todo lo que se ha construido a lo largo de los años!”
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| "Baila en cuclillas, canta con ligamentos rotos
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| ¡Y entra en batalla y al unísono con bailes frenéticos!
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| “Agarra fuerte tu alma: con ambas manos
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| Y tirar de él con más fuerza, hasta la longitud total de las extremidades,
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| y colapsar con carne suelta en una hoja de sueños,
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| Escrito con un lápiz desafilado".
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| Ríen, lloran y esconden envidias absurdas,
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| pero momentos terribles, como esa liebre que solo corre hacia adelante,
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| Cuando de los faros de los asesinos borrachos, solo la luz le es querida,
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| Conduciendo a la oscuridad de todo este extraño cuadro, porque somos Posadas...
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| Ella me grita que estoy limpio
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| Pero la suciedad del interior no se limpia con una ducha verbal.
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| La oscuridad te está obligando a encender una vela sobre esto, tan querido, convertido en una cuchara.
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| Lloramos bellamente y esperamos con arrogancia la buena suerte.
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| Perdemos lo principal, y luego pagamos con el interior.
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| Y no pedimos cambio.
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| Ella corre, este camino, hacia adelante o hacia atrás.
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| "¿Cuál carajo es la diferencia
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| cuando solo hay uno en los ojos, y ese maldito vagabundo?
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| Aquí en los pasajes subterráneos todas las lámparas están rotas
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| Y las paradas huelen a lujuria y el olor ácido a perfume barato.
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| “Huirás, ¿crees? |
| ¡Me gustaría!"
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| "Sin embargo, ¿por qué estás aquí?"
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| Después de todo, la vida, en general, siempre está pensada para todos.
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| Camarada desde allí, desde arriba. |