| Tenía un amigo, Louie Brown, era diácono
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| Tan sabio como podría ser
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| Ahora me doy cuenta de que podía leer el Buen Libro
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| De regreso de Revelaciones a Genesée
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| Sabes, el domingo pasado por la mañana fuimos a la iglesia
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| Mi amigo quiere tomar una posición
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| Y él mira a toda esa congregación
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| El buen libro en su mano
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| Ahora mira a su alrededor, y luego mira hacia el Rincón del Amén.
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| Todas las hermanas comenzaron a gritar (¿qué dijo?)
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| Dijo que un hombre es un tonto si piensa que su esposa no ama a nadie más que a él.
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| Ella se queda contigo toda tu vida, las posibilidades son muy escasas
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| Ahora lee el Buen Libro, capítulo veintiuno
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| Toda mujer casada tiene que divertirse un poco
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| Sigue leyendo el capítulo veintidós
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| Es un pecado dejar que esa mujer te ponga en ridículo
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| Ahora lea un poco más, el capítulo veintitrés
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| Ella dos veces, hermano, como si me traicionara
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| Leer al dorso, sobre el capítulo diez
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| Ella se mueve una vez, le gusta tambalearse de nuevo
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| Porque un hombre es un tonto si piensa que su esposa
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| No ames a nadie más que a él, quiero decir, no ames a nadie más que a él.
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| Bueno, un hombre es un tonto si piensa que su esposa
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| No ames a nadie más que a él
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| Ella estará a tu lado toda tu vida, las posibilidades son muy escasas
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| Ahora lees en más de la página veinticinco
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| La lealtad de una mujer casada es difícil de comprometer
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| Lea un poco con cuidado, el capítulo veintiséis
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| Portazo de puerta trasera, tienes que correr y arreglarlo
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| Sigue leyendo, capítulo veintiocho
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| ¿Quién es esa espalda deslizándose por tu puerta trasera?
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| Creo que terminaré en el capítulo veintinueve.
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| Mujer cansada del mismo hombre todo el tiempo
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| Porque un hombre es un tonto si piensa que su esposa no ama a nadie más que a él |