Elegimos el camino - y nunca nos perdimos
|
Sabíamos que el camino sería largo, espinoso, sinuoso
|
Ellos sabían y se fueron. |
Todos como uno. |
orado
|
Cruzando los Urales, saliendo hacia el este
|
Todo alejándose de las haciendas nativas
|
Extrañando mucho queridas penates
|
No hay Moscú, no hay Roma
|
Solo hay una taiga, y encima de ella - Yarilo
|
Si no hay Yaril, entonces - la tumba
|
El que camina en la taiga, luego un remero, luego un esquiador
|
Si van en manada, no hay superfluos.
|
La vida nos ha enseñado a todos a no presionar a los demás
|
Bebí de los ríos, Pasé la noche en la nieve, Aguantando
|
Cerca del fuego, donde la presa humeaba, asaba
|
La vida ha enseñado a todos a no presionar a la piedad
|
Si había problemas, entonces aguantaban con orgullo.
|
Si hubo amor, entonces amor hasta la tumba
|
La vida les ha enseñado a todos a no hacer presión en la garganta
|
Caminamos, adorando abedules, robles y tilos
|
Dejando un rastro para osos, lobos y zorros
|
A menudo en un sueño sonriendo a sus seres queridos.
|
Caminamos por el denso bosque sobre piedras, ventisqueros
|
Caminamos por el paso, a lo largo de los caminos de la taiga.
|
Si los dos se rompieron - ambos desaparecieron
|
Pero no se rompieron. |
Las rocas los sostuvieron a todos
|
Los huesos están todos intactos y los cueros cabelludos sobrevivieron.
|
Té, esto es Siberia para ti, no lo que son los Alpes. |