| Cuando tenía diecinueve años tiré mis cosas en el auto
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| Me dirigí a las Montañas Rocosas, conseguí un trabajo en este bar
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| Vender cerveza a los lugareños, apenas sobreviviendo
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| En los consejos de los niños ricos, allí en la moneda de diez centavos de papá
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| Pero cuando la vi entrar una noche
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| Sabía que estaría bien en
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| Telluride, la nieve cayendo
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| Me estaba despertando en ese pequeño pueblo soñoliento
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| En sus ojos, mi mundo cobró tanta vida
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| Nunca olvidaré el momento en que llegó.
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| En Telluride
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| Pasamos todo ese invierno enredados por un incendio
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| Proyectando sombras en la pared de la cabina, ahogándose en el deseo
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| Confesando todos nuestros secretos y riendo a carcajadas
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| Tan alto en esa montaña que pensé que nunca bajaríamos
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| Era un sueño en el que vivíamos
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| Y yo era el más feliz que jamás había estado en
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| Telluride, la nieve cayendo
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| Me estaba despertando en ese pequeño pueblo soñoliento
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| En sus ojos, mi mundo cobró tanta vida
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| Nunca olvidaré el momento en que llegó.
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| En Telluride
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| Telluride, whoa-oh-oh
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| Terminó como una escena de película.
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| Y tuve que hacer el papel
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| Del amante que se paró allí y la vio partir
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| Y yo con el corazón helado
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| En Telluride, la nieve cayendo
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| De pie allí solo en ese pequeño pueblo soñoliento
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| En sus ojos, mi mundo cobró tanta vida
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| Nunca olvidaré el día que se despidió
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| Telluride, la nieve cayendo
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| Me estaba despertando en ese pequeño pueblo soñoliento
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| En sus ojos, mi mundo cobró tanta vida
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| Nunca olvidaré el momento en que llegó.
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| En Telluride |