| Nuestro lenguaje de amor
|
| La batalla de los árboles
|
| Peleamos codo con codo
|
| Nadie tenía más
|
| Consonantes más nítidas de lo que amas
|
| Y mis vocales, pues, fueron de confianza
|
| Primero viene el abedul
|
| Rowan seguido por la ceniza
|
| Luego a través del aliso ella forma
|
| y se funde con el sauce
|
| El espino florece
|
| Como el roble guarda la puerta
|
| «Ella» es la bisagra sobre la que se balancea el año
|
| Él corteja al relámpago y a ella
|
| Invocando a los espíritus
|
| A través de encantamientos
|
| Tú dijiste, «ese Dios del Trueno
|
| Parece tener
|
| En nuestro enemigo, su propio laureado»
|
| Pero sabíamos que las furias tenían el acebo sagrado
|
| estábamos aislados
|
| En un círculo de palabras que habíamos dibujado
|
| Con sabiduría enviada desde 9 avellanos
|
| Un fuego de serbal y una vara de sauce
|
| A las 10 viene la vid
|
| Que genera vino de zarza
|
| El cambio constante del sol de la noche
|
| Un canto en la sangre del toro blanco
|
| Nuestro lenguaje de amor
|
| La batalla de los árboles
|
| Peleamos codo con codo
|
| Nadie tenía más
|
| Consonantes más nítidas de lo que amas
|
| Y mis vocales, pues, fueron de confianza
|
| De hojas de hiedra
|
| es una cerveza que puede desvelar
|
| Los significados ocultos y las serpientes
|
| Solo revelado a través de visiones.
|
| Sí, las vocales podrían insertar
|
| «A» era para el abeto plateado
|
| Luego vino la aulaga o la aulaga.
|
| Con Heather en su momento más apasionado
|
| El regalo del Álamo Blanco
|
| A las almas de los muertos
|
| Una promesa de que no era el final
|
| Pero para la vid, el tejo su ataúd
|
| Vocales y consonantes
|
| El poder de los árboles
|
| El poder que tienen
|
| El poder de la prosa
|
| Entonces, cuando la iglesia comenzó a torcer los viejos mitos
|
| Construyeron su propia Torre de Babel
|
| Del Ulster a Munster
|
| La caña cedió entonces
|
| al mayor
|
| La tierra gira su rueda
|
| Así que la noche sigue al día
|
| De amanecer a amanecer
|
| De invierno a invierno
|
| Ese día la ceniza tuvo poder
|
| sobre el aliso
|
| Nuestro lenguaje de amor
|
| La batalla de los árboles
|
| Peleamos codo con codo
|
| Entonces me dijo
|
| «He esquivado balas y hasta flechas envenenadas
|
| Sólo para ser derribado por la hoja de una vocal» |