Información de la canción En esta página puedes encontrar la letra de la canción the hand that held me down, artista - Two Gallants. canción del álbum Two Gallants, en el genero Иностранный рок
Fecha de emisión: 24.09.2007
Etiqueta de registro: Saddle Creek
Idioma de la canción: inglés
the hand that held me down(original) |
Oh, the razor in your apple |
The affection of your glove |
The prison of your company |
The snake oil of your love |
The heights to which you drag me |
Just to hurl your scorn |
The trumpets play the livelong day |
But they blow so forlorn |
Did you hold the hand that held me down? |
Did you laugh at my expense? |
When there’s rust upon your ragged crown |
Who will stand at your defense? |
And when I unveiled my weakness |
On your rodeo of tears |
You stood there so vacantly |
Your fingers in your ears |
And you left by the morning |
With all that’s left to steal |
But every time you say farewell |
There’s breadcrumbs at your heels |
Did you kiss the hand that held me down? |
Was your kindness just pretense? |
When there’s no one left for you to clown |
Who will stand at your defense? |
But it’s ashes, Lord, it’s ashes |
Soon we all fall down |
You take your place among the saints |
Make not a single sound |
And the hills that held our childhood |
The flowers grow there still |
You lay beneath them, pushing weeds |
And I guess you always will |
Could you be the hand that held me down? |
When I was sick with common sense |
And now your statuettes are all torn down |
There’s no one left to lean against |
And ever since your epitaph |
Was spattered on my wall |
No one comes to call |
They can’t stand the stench |
But I still sing your praises |
Every time the curtain calls |
The burden on me falls |
Yeah, I alone stand at your defense |
(traducción) |
Oh, la navaja en tu manzana |
El cariño de tu guante |
La prisión de tu empresa |
El aceite de serpiente de tu amor |
Las alturas a las que me arrastras |
Solo para lanzar tu desprecio |
Las trompetas tocan el día vivo |
Pero soplan tan tristes |
¿Sostuviste la mano que me sujetaba? |
¿Te reíste a mi costa? |
Cuando hay óxido en tu corona irregular |
¿Quién estará en tu defensa? |
Y cuando descubrí mi debilidad |
En tu rodeo de lágrimas |
Te quedaste allí tan vacío |
Tus dedos en tus oídos |
Y te fuiste por la mañana |
Con todo lo que queda por robar |
Pero cada vez que dices adiós |
Hay migas de pan en tus talones |
¿Besaste la mano que me sujetaba? |
¿Tu amabilidad fue solo una pretensión? |
Cuando no queda nadie para que hagas el payaso |
¿Quién estará en tu defensa? |
Pero son cenizas, Señor, son cenizas |
Pronto todos nos caemos |
Tomas tu lugar entre los santos |
No hagas un solo sonido |
Y las colinas que sostuvieron nuestra infancia |
Las flores crecen allí todavía |
Te acuestas debajo de ellos, empujando las malas hierbas |
Y supongo que siempre lo harás |
¿Podrías ser la mano que me sostuvo? |
Cuando estaba enfermo del sentido común |
Y ahora tus estatuillas están todas derribadas |
No queda nadie en quien apoyarse |
Y desde tu epitafio |
Estaba salpicado en mi pared |
nadie viene a llamar |
no soportan el hedor |
Pero todavía canto tus alabanzas |
Cada vez que suena el telón |
La carga sobre mí cae |
Sí, solo estoy en tu defensa |