| En tiempos de prosperidad silenciosa
|
| La duda puede crecer más
|
| Como el alma intrépida desafía la constancia
|
| Incline la balanza y puede romper el equilibrio
|
| Elevándose sobre estos paisajes industriales
|
| Toda una vida de impresiones para perderse en la indiferencia
|
| Vi las pilas de bengalas con sus cabezas en llamas
|
| Porque el mundo no encontrará su final en un destello instantáneo
|
| Pero con la decadencia quejumbrosa tendrá que bastar
|
| y yo también
|
| El marco de la horca bordeado contra el cielo sombrío
|
| En un continuo despliegue de monotonía
|
| Adormecerme, alienarme, dejarme en un desorden espacial
|
| Esta alienación provoca desorientación.
|
| Así que cuando escuchas mi voz por última vez
|
| Siempre recordarás que una vez viví aquí
|
| Donde el sol brilla a través de los callejones llenos de humo
|
| Solo sobre aquellos que perforan el estado de confianza
|
| Cuando la estructura misma de sus cimientos se erosiona rápidamente
|
| El marco de la horca bordeado contra el cielo sombrío
|
| En un continuo despliegue de monotonía
|
| Adormecerme, alienarme, dejarme en un desorden espacial
|
| Déjame a la vera del camino, aquí abajo en la alcantarilla
|
| Así que déjame aquí afuera en el frío, boca abajo en la tierra
|
| Déjame a la vera del camino, aquí abajo en la alcantarilla
|
| Así que déjame aquí afuera en el frío, boca abajo en la tierra, sí
|
| Déjame a la vera del camino, aquí abajo en la alcantarilla
|
| Así que déjame aquí afuera en el frío, boca abajo en la tierra
|
| Déjame a la vera del camino, aquí abajo en la alcantarilla
|
| Así que déjame aquí afuera en el frío, boca abajo en la tierra |