| Eres un animal mejor que cualquier otro,
|
| Solo soy lluvia en tu camino.
|
| Dragones dorados en tus bosques
|
| de la que no puedo escapar.
|
| Y marcada por el signo de tus pupilas
|
| no podrá cerrar su círculo,
|
| Pero las arenas de San Petersburgo nos llevan
|
| Y las huellas de nuestras manos antiguas.
|
| Podrías ser un arco, pero ¿quién es el tirador?
|
| Si todo el mundo no es el mejor?
|
| Aquí se olvida el arte de apretar el gatillo
|
| Y te acuestas boca abajo en la nieve.
|
| Y a veces tu brillo es insoportable para los ojos,
|
| Y a veces sois como cenizas;
|
| Y las arenas de San Petersburgo nos llevan a todos
|
| De este lado del cristal...
|
| Tú preguntaste: "¿Quién?", yo respondí: "Yo",
|
| Todavía no lo considero un honor.
|
| Tú preguntaste: "¿Dónde?", Yo dije: "Contigo,
|
| Si hay algo ahí".
|
| Usted preguntó: "¿Por qué?" |
| - y no dije nada,
|
| Depender de la casa de alguien.
|
| Dijiste: "Estoy mintiendo"; |
| Yo dije: "Deja
|
| Cuanto más agradable será juntos”;
|
| Y cuando se rasgó el velo del día,
|
| Nuestros caballos comenzaron a bailar
|
| En la tierra, en el agua y en medio del fuego
|
| Finalmente dejándonos.
|
| Porque tu brillo es como mis palabras:
|
| No más fiable que el agua.
|
| Pero me preguntaron: "Bueno, ¿estás vivo?"
|
| Le dije: "Si con ella, entonces sí". |