| Solo nosotros conocemos las calles tranquilas y los centros comerciales vacíos
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| O el frescor de la oscuridad perfecta a las afueras de la expansión
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| Solo nosotros escuchamos los tambores bombeando en el estadio
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| Y construimos nuestras verdades como fuegos
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| En la tierra prometida de donde venimos
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| Y cuando miras ahora en mis ojos
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| ¿Ves al chico que maldijo cada centímetro de ti?
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| Nuestra luz nunca moriría
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| Es una valentía dentro de mí
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| Todavía aferrado a mi ropa
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| Como el humo de un fuego que solo nosotros conocemos
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| Solo nosotros sabemos lo bien que suenan los discos de tu papi
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| O qué tan lejos es la caída desde la ventana hasta el suelo
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| Solo olemos la lluvia justo antes de que llegue
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| Y pensar primero el uno en el otro
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| Cada vez que estamos quemados por el amor
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| Cuando te miro ahora a los ojos
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| Todavía veo lo que nos hizo leones
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| Lo que nos hizo libres
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| Y la valentía dentro de ti
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| Todavía aferrado a tu ropa
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| Como el humo de un fuego que solo nosotros conocemos
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| Como humo, como humo, como humo
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| Como el humo, como el humo, como el humo de un fuego que solo nosotros conocemos
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| Y pensar primero el uno en el otro
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| Cada vez que estamos quemados por el amor
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| Y cuando miras ahora en mis ojos
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| ¿Ves al chico que maldijo cada centímetro de ti?
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| Nuestra luz nunca moriría
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| Es una valentía dentro de mí
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| Todavía aferrado a mis huesos
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| Como el humo de un fuego que solo nosotros conocemos
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| Como el humo de un fuego que solo nosotros conocemos
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| Como el humo de un fuego que solo nosotros conocemos |