| Y el corazón se congeló en anticipación de la ciudad del valle,
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| Y la luz de la tarde brilló sobre mis hombros.
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| no puedes escuchar
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| no ves -
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| Que dificil es estar solo
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| Qué triste -
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| Quien se ahogó más de una vez en la hermandad cosaca.
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| ¡Om ram, atrevidos cosacos!
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| ¡Om carnero!
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| quien esta triste
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| Un llanto ruano preocupa
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| Quien esconde presas en mangas anchas.
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| Lleva una manzana como regalo, -
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| La paz quiere sorprender.
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| donde en el viento
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| La camisa se rasga en rayas,
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| Y un día claro
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| Conoce pacientemente valiente hombre
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| Y esperando su obediencia, atención.
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| Las águilas dicen adiós en lo alto
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| Y la hoja de grosella languidece en arcilla quemada.
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| La pluma sabe, lleva - miedo de llegar tarde,
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| Y los niños se tragan apresuradamente el rastro.
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| Donde la elección humea en el cielo como una flecha de fuego.
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| donde todos los días
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| como un abismo.
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| corriendo allí
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| Y tomas la pelea contigo mismo.
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| Se nos confía en el crepúsculo de los días
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| Arranca las raíces del miedo terrenal.
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| Aquí no hay lugar para mensajeros de sombras -
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| Los guerreros de la Palabra son audaces.
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| La conversación es fuego y hielo,
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| Amarga pólvora y palabras córnea,
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| Vuelo avistado por un relámpago azul,
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| Gemido de muerte en un guantelete de combate.
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| La llamada sorda te arrastra al abismo
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| Para roer la costa carbonizada por las ventiscas, |
| Donde los ermitaños domesticaron la carne,
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| Donde hervían bandas de canciones.
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| donde se desgarra el acantilado del pedigrí,
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| Donde el cristal crece en cuevas,
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| Donde los picos humean con cretonas,
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| Donde el ocaso se cansa de morir.
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| Perla negra, rubí acanalado,
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| Pelusa de cisne: da un paso adelante.
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| Allí descansa un muelle de vyzol,
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| Quien rechazó el abrazo huesudo.
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| El cielo es todo nubes y estrellas.
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| Guardamos en nuestro pecho.
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| Con este regalo el Señor-Aire
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| Recompensó generosamente a los elegidos.
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| De donde tomar la fuerza para conocer la inmensidad,
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| Despertarse al amanecer como un niño
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| Sereno resplandor del amanecer
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| ¿Y brillar con fuerza en los oídos?
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| ¿Estás listo? Las trenzas de los siglos se están retorciendo,
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| Y la camisa de las leyendas se ilumina,
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| El viento conducirá vigilante con un látigo
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| Leer el dibujo del Universo.
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| La boca de la pesca - miel dorada
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| Bebe a la orden del regalo.
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| Así que quema, quema tu palma,
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| Lenguas escarlatas de victoria.
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| aquí estás listo
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| Paso detrás de este círculo.
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| Rompes los lazos en pedazos
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| Y rompes el mandamiento.
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| Las plumas cantan una canción a un hombre valiente,
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| Bendice tu baile
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| ¡Vamos! |
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| Ni una sombra en los labios de brumosa tristeza.
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| La lluvia lavó los caminos
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| Tiempo sembrado para la eternidad
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| Y caemos contigo |
| bajo esta ley.
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| Tira un montón de ropa de ayer,
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| edades matorral sin límites -
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| Saldremos al encuentro de los amaneceres
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| Descalzo.
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| Que prometan la muerte de un palo,
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| Las tablas se olvidan ante nosotros -
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| Inclinamos la balanza
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| Un toque de pestañas.
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| Cuando el velo cierra los ojos,
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| Sabíamos - cualquier mal tiempo
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| Olvidado por un montón de rancio
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| Páginas de ceniza.
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| Aguanta y calla, bebe aire,
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| Estrellas distantes y amargas
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| Conducen y atraen lo inevitable,
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| El cambio es terrible.
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| Conviértete en hielo, conviértete en fuego peludo -
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| No cantes para siempre atardeceres
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| Vino de cantos fúnebres
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| Debemos vencer a la muerte.
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| Codo de amigo, hombro de hermano -
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| Y el miedo se seca en el desierto.
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| Lo será, y la comida se echará a perder.
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| No pienses en el mañana, cansado,
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| Y ahora tu noche es un puñado
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| Dispersos en el cielo nocturno.
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| Descansa en su cuna
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| Y escucha las lágrimas de confianza.
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| El crepúsculo de julio se le da al Sol equivocado
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| En una neblina blanquecina, a través de órdenes.
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| Las esperanzas se juntan en un puño
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| Espera los días de juventud, cariño, -
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| Y girar con una flecha de fuego
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| al cielo crucificado.
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| Los salvadores se tragan el brillo de la medianoche;
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| Listo para cantar la noche y conocer
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| navegar por la mañana
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| En silencio y sin cuestionamientos. |
| Me tocó a mi ser sereno
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| Regado con hojas en otoño cobrizo,
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| Bebida de soledad.
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| Pero siempre estás ahí, lo sé.
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| Das un sueño perturbador
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| Guardas el whisky con resiliencia,
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| del cabello
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| Las cuerdas están sonando.
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| Y cuando me despierto con una canción,
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| Sólo me preocupa tu mirada severa.
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| Solo él.
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| Perdón. |