| Estoy solo, nada se puede devolver, no me arrepiento.
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| No quemé las fotos, están todas debajo de un vidrio sobre la mesa.
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| Y de nuevo por la noche, este verano tranquilo y sin nubes,
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| La luz de la luna ilumina tu sonrisa en la penumbra.
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| Vivo en Kanavnaya, visito el café todos los días,
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| Del otro y del extraño sin melancolía salgo por la mañana,
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| Sí, me puse el anillo en la mano derecha a toda prisa,
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| Y en un tranvía vacío, olvidando dos billetes, lo cojo.
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| Coro:
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| No guardé tus palabras, tus palabras,
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| Algún día habrá un tiempo para tus palabras,
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| Algún día habrá un tiempo para tus lágrimas
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| No pude olvidarte, olvidarte...
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| Estoy solo, nada se puede devolver, pero estoy contigo de todos modos,
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| Abro el álbum y te miro todos los días.
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| En soledad, encadenado en gris, como en cadenas,
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| Y lamento que no estés ahora.
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| Vivo, como antes, todos en el mismo lugar, en una zona remota,
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| Marco tu número y en silencio guardo silencio en el teléfono,
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| Y cuando me encuentro de nuevo con el cartero en la casa,
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| A la espera de cartas, pero no hay ninguna, grito de impotencia.
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| Coro:
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| No guardé tus palabras, tus palabras -
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| No guardé tus palabras, tus palabras -
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| Algún día habrá un tiempo para tus lágrimas
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| No pude olvidarte, no pude olvidarte.
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| No guardé tus palabras, tus palabras -
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| No guardé tus palabras, tus palabras -
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| Algún día habrá un tiempo para tus lágrimas
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| No pude olvidarte, no pude olvidarte. |