| Mezcla: Nikita Kamensky
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| Producción: BROPRO. |
| TELEVISOR
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| Director de fotografía: Igor Shmelev
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| Estilista: Oksana Markina
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| Maquilladora: Nastya Esadze
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| Actores: Nikita Kukushkin, Valentín Vertelevsky
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| Productores: Sasha Sterlev, Nastya Zotova
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| El día que terminó la guerra
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| Y todos los cañones disparados a expensas de la salva,
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| A esa hora en la celebración era
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| Un momento especial para nuestras almas.
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| Al final del camino, al otro lado,
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| Bajo el estruendo de los disparos, nos despedimos por primera vez
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| Con todos los que murieron en la guerra,
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| Cómo los vivos se despiden de los muertos.
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| Recorrimos el camino de la guerra con ellos.
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| En una sola hermandad militar hasta la fecha límite,
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| Están iluminados por su dura gloria,
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| De su destino siempre está cerca.
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| Y solo aquí, en este momento especial,
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| Lleno de majestad y tristeza,
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| Nos separamos para siempre de ellos:
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| Estas andanadas nos separaron de ellos.
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| Entonces, avergonzados por su destino,
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| Nos despedimos en las vacaciones con amigos.
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| Y con los del último día de la guerra
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| Todavía en las filas, estuvieron con nosotros;
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| con los que su gran manera
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| Apenas iban por la mitad;
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| Y con aquellos cuyas tumbas están en alguna parte
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| Incluso en el Volga fluían alrededor con arcilla;
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| Y con los que están bajo el mismo Moscú
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| En las nieves profundas ocupaban lechos,
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| En sus suburbios en primera línea
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| en el invierno del cuarenta y uno; |
| y con esos
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| que muriendo no pudieron ni
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| Cuente con la santidad de su descanso
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| El último, bajo el montículo de tierra,
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| Vertido por una mano ajena.
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| perdonamos. |
| Y el estruendo de los disparos se calló,
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| Y pasó el tiempo. |
| Y desde entonces sobre ellos
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| Abedules, sauces, arces y robles
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| Una vez más cambiaron su follaje.
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| Pero una y otra vez aparecerá el follaje,
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| Y crecerán nuestros hijos y nietos,
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| Y el estruendo de los disparos en cualquier celebración
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| Nos recuerda esa gran separación.
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| Soy tuyo, amigos, y estoy en deuda contigo,
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| Como con los vivos, también te debo.
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| Y si por debilidad miento,
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| entraré en el sendero que me fue ordenado,
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| Diré las palabras que no hay fe en ellos,
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| Que, al no tener tiempo de emitirlos por todas partes,
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| Todavía sin saber la respuesta de los vivos,
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| Escucharé tu reproche sin palabras.
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| Las naves de los vivos son menos que las de los caídos.
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| Y deja entrar mi alma hasta los días de mi muerte
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| Vive, truena fuegos artificiales solemnes
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| Victoria y gran despedida. |