| En el blanco de las carabelas, sobre un océano azul
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| A los glaciares eternos antes de la tierra del fuego
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| A las sonrisas de un niño que te habla en silencio
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| A todas esas banderas blancas cuando los soldados avanzan
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| A todas esas melodías que golpean tu cabeza
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| A todos esos paraísos a los que puedas llegar.
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| A las noches artificiales cuando brillan en tus ojos
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| Al recuerdo infiel de una despedida imposible
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| A las sirenas de los barcos que te recuerdan a un hombre
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| A esos dedos en tu piel cuando no esperas a nadie
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| A todos esos castigos en tu mente
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| A todas esas emociones que puedas experimentar.
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| Déjate llevar por las palabras de tiernas canciones
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| A los violines de septiembre, sobre la cama de un dormitorio.
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| Déjate atrapar por los ojos de color del dormitorio
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| A los brazos extendidos, olvídate de defenderte.
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| Déjate llevar por los escalofríos prohibidos
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| En las caminatas bajo la lluvia, haz lo que tu cuerpo te pida.
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| Déjate atrapar como una estrella de mar
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| En una playa en invierno, intenta sorprenderte, déjate llevar.
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| En los colores del sol en los jardines de otoño
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| A esas noches de insomnio pasadas en el teléfono
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| A la felicidad fugaz, a la dulzura de las lágrimas
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| Al placer solitario cuando no te rindes
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| A todos esos recuerdos que están atrapados en tu cabeza
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| A las mañanas del futuro que puedas vivir.
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| Déjate llevar por las palabras de tiernas canciones
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| A los violines de septiembre sobre la cama de un dormitorio.
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| Déjate atrapar por los ojos de color del dormitorio
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| A los brazos extendidos, olvídate de defenderte.
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| Déjate llevar por los escalofríos prohibidos
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| En las caminatas bajo la lluvia, haz lo que tu cuerpo te pida.
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| Déjate atrapar como una estrella de mar
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| En una playa en invierno, intenta sorprenderte, déjate llevar. |