| Fuimos a Nueva York, el aire aún estaba cálido
|
| Caminamos por las tiendas y cafés
|
| Y traté de trabajar, ignorando mis manos
|
| No seguí las pistas en mi cerebro
|
| Porque todos esos pasos seguían siguiéndome
|
| Y todas esas voces hicieron ruido sin sonido
|
| Y bailamos como lo haces tú cuando estás de vacaciones
|
| Y bebimos como lo haces tú cuando no tienes mucho que decir
|
| En tus marcas, do-si-do, frente a tu pareja
|
| Abajo y recarga, todavía tengo resaca
|
| Y esa mirada en tu cara me hizo sentir como un ladrón
|
| De un libro de Albert Camus
|
| Un extraño en una tierra extraña
|
| Un extraño para mí mismo y aterrador como el infierno.
|
| Esa mirada en tu cara como si nada hubiera cambiado
|
| Como en Eleanor Rigby, nadie se salvó
|
| Y bailamos como lo haces tú cuando estás de vacaciones
|
| Y bebimos como lo haces tú cuando no tienes mucho que decir
|
| En tus marcas, do-si-do, frente a tu pareja
|
| Abajo hacia arriba y recarga
|
| Y bailamos a la guerra y bailamos a la paz
|
| Y bailamos con todo lo que hay en el medio
|
| Y bebimos para amar y bebimos para odiar
|
| Y bebimos por todo, antes de que fuera demasiado tarde
|
| Y bailamos como lo haces tú cuando estás de vacaciones
|
| Y bebimos como lo haces tú cuando no tienes mucho que decir
|
| Y bailamos como lo haces tú cuando estás de vacaciones
|
| Y bebimos como lo haces tú cuando no tienes mucho que decir
|
| En tus marcas, do-si-do, frente a tu pareja
|
| Abajo y recarga, todavía tengo resaca, todavía tengo resaca |