| Del bolsillo de un predicador honesto | 
| A la mano vacía de un vagabundo sin hogar | 
| A la caja registradora de la licorería | 
| Donde compro una pinta de ron | 
| Al empleado del banco que me pasó por alto | 
| A la madre soltera que intenta pagar el alquiler | 
| Ni siquiera puedo contar todas las veces | 
| Y todas las formas en que me he gastado | 
| Cierro los ojos y contengo la respiración | 
| Cuando el malo me roba | 
| Y arruina mi nombre | 
| Si me saliera con la mía, preferiría ser | 
| Pasado en el plato de la ofrenda | 
| He estado en manos de un hombre rico | 
| En una caja de zapatos debajo de la cama de un granjero | 
| Ayuda a pagar la fianza de un niño testarudo | 
| Quién podría haber caminado pero luchó en su lugar | 
| Me han partido por la mitad por una apuesta tonta | 
| pegado de nuevo y luego me tiraron | 
| En el caso de un violinista cajún principiante | 
| En la calle Bourbon | 
| Algunas personas me llaman George | 
| Algunas personas adoran el color verde. | 
| Realmente no me importa, por supuesto | 
| solo me gusta la compañia | 
| Porque estoy seguro de que algún día | 
| Seré una cosa del pasado | 
| estaré sentado doblado | 
| En el cofre de la esperanza de una anciana | 
| Ella le contará a sus nietos | 
| Cómo solía gastarme | 
| En un paquete de chicles y jackerjacks | 
| Una lata de Coca-Cola y un cuarto de snack | 
| Y ella dirá "en ese entonces podías obtener tanto por un dólar" | 
| Y dirán, «¿qué es un dólar?» | 
| Pero por ahora estoy sentado en una alcancía | 
| De un niño de ocho años tratando de comprar una bicicleta | 
| Estoy orgulloso de ser un dólar veintitrés | 
| De camino a los treinta y cinco | 
| Ella nos vierte sobre la alfombra | 
| Nos cuenta a todos y luego nos mantiene apretados | 
| Luego nos vuelve a poner uno por uno | 
| Sopla un beso y luego dice buenas noches | 
| Y no se sabe dónde terminaré después | 
| En un sostén o una biblia nadie lo sabe | 
| Tal vez en una botella flotando en el agua | 
| Viviendo la vida de un dólar |