Información de la canción En esta página puedes encontrar la letra de la canción Der Bruder, artista - Reinhard Mey. canción del álbum Flaschenpost, en el genero Поп
Fecha de emisión: 31.12.1997
Etiqueta de registro: Electrola, Universal Music
Idioma de la canción: Alemán
Der Bruder(original) |
Ich komm‘ raus aus dem kühlen Fast-Food-Restaurant |
Am frühen Nachmittag in Gottes eignem Land |
Zwischen Cottondale und Springfield, irgendwo am Highway 231 |
Wie ein Faustschlag kommt die Hitze und kein Windhauch regt |
Sich, die Coladose in meiner Hand beschlägt |
Und das große, grüne Mietauto da vorne auf dem Parkplatz, das ist meins |
Drei Tage hab‘ ich noch, das heißt, drei Tage nur |
‘ne Woche Urlaub, viel zu kurz für so ‘ne Tour |
Du bleibst immer an der Oberfläche, tiefer siehst du einfach nicht |
Ich lass‘ mich hinters Steuer fallen, lass‘ den Motor an |
Die Knöpfchen gehn von ganz alleine runter und dann |
Faucht die Klimaanlage mir den Alabama Sommer vom Gesicht |
Und als ich aufseh steht da dieser Mann neben mir |
Ein Schwarzer und er legt die Hand auf meine Tür |
Legt seine Hand auf den Türgriff aus blitzendem Chrom |
Und er hält ein bekritzeltes Stück Pappe an |
Die grüngetönte Seitenscheibe und ich kann |
Mit Mühe nur ein Wort entziffern, irgendwas wie «Home» |
Total daneben und ziemlich abgerissen sieht er aus |
Pass auf, gleicht holt er seine 44er Magnum raus |
Genau wie ich es im Kino tausend mal gesehen hab‘ |
Er lächelt müde und seine Zähne schimmern weiß |
Aus seinen Haaren und von seinem Gesicht perlt der Schweiß |
In glänzenden Rinnsalen in sein zerschliss‘nes T-Shirt hinab |
Und mein Polster ist weich und das Six-Pack zur Hand |
Und der Motor säuselt wie ein Morgenwind im Stand |
Und das Leder ist glatt und kühl an meiner Haut |
Du hast ein Auto, das ist dreimal so lang wie dick |
Du bist allein und du hast Zeit, du meidest seinen Blick |
Hast du Angst oder was, oder denkst du, dass er dir die Cola klaut? |
Und ich schüttel‘ den Kopf, wirklich Mann, tut mir leid |
Das Thermometer steht auf 104 Grad Fahrenheit |
Die Reifen quietschen beim Rangier‘n auf dem weichen, klebrigen Asphalt |
Und ich seh ihn auf dem glühend heißen Parkplatz stehn |
Ich kann ganz deutlich dieses traurige Lächeln sehn |
Und im Rückspiegel die große, unschlüssige, gotttverlassene Gestalt |
Die Straße zieht sich im flirrernden Licht vor mir hin |
Mit geht diese Begegnung einfach nicht aus dem Sinn |
Wie er fragend in der abgeriss‘nen Latzhose vor mir stand |
Und du malst dir gleich ‘nen ganzen Horrorfilm aus, — |
Ein Feldarbeiter war das, wollte nichts als nachhaus |
Und du lässt den Menschenbruder einfach stehn am Straßenrand! |
«Hast ihm das Fenster nicht mal einen Spaltbreit aufgemacht |
Du hast nur weggesehen, nur weggesehen!» |
grummelt der V8 |
Und die Air Condition zischelt: «Ein schöner Menschenfreund bist du!» |
Und die Reifen summen: «Hat man sowas schon gesehn |
Lässt den Bruder auf dem sonnenglüh‘nden Parkplatz stehn!» |
Und die Fugen in der Fahrbahn rumpeln: «So kommst du nicht zur Ruh‘!» |
Die nächste Ausfahrt raus und wenden und den Weg zurück |
‘ne halbe Stunde Weg und mit ‘nem kleinen bisschen Glück |
Ist er noch da und ich schwör, dann fahr‘ ich ihn, wohin immer er will |
Lass ihn noch da sein, nur ‘ne Viertelstunde noch |
Nur drei Minuten, geh nicht weg, Mann, ich fahr dich doch! |
Und da endlich liegt der Parkplatz und er ist verwaist und still |
Manchmal glaub‘ ich ihn zu sehn da am Straßenrand |
Manchmal könnt‘ ich schwör‘n, ich hab‘ ihn wiedererkannt |
Ist es nicht der, der die Wäsche holt und dir das Essen bringt? |
Ist es nicht der, der deinen Wagen durch die Waschanlage fährt |
Im Hotel die Messinggriffe putzt, die Hecke schert |
Der zum Piano in der Bar für angetrunk‘ne Nadelstreifen Gospel singt? |
Immer der, der auf der falschen Stadtseite wohnt |
Immer den härteren Job und immer schlechter entlohnt |
Immer der, den man einfach mit «Du» anspricht |
Immer der mit dem zerschlissenen Overall |
Immer wach, immer Alarm, immer und überall |
Immer der mit dem enttäuschten Lächeln im Gesicht |
«Hast ihm das Fenster nicht mal einen Spaltbreit aufgemacht |
Du hast nur weggesehen, nur weggesehen!» |
grummelt der V8 |
Und die Air Condition zischelt: «Ein schöner Menschenfreund bist du!» |
Und die Reifen summen: «Hat man sowas schon gesehn |
Lässt den Bruder auf dem sonnenglüh‘nden Parkplatz stehn!» |
Und die Fugen in der Fahrbahn rumpeln: «So kommst du nicht zur Ruh‘!» |
Vielleicht war es der Messias, der nach zweitausend Jahr‘n |
Noch mal gekommen ist, und du, du hast ihn nicht gefahr‘n |
Mit deinem chromblitzenden, air-condition-daunenweichen Thron |
Oh, das kriegst du nicht so einfach wieder gutgemacht |
Du hast den Bruder nicht nach Haus gebracht! |
Und einem Vater nicht seinen verlorenen Sohn |
(traducción) |
Estoy saliendo del restaurante de comida rápida genial |
Temprano en la tarde en el propio país de Dios |
Entre Cottondale y Springfield, en algún lugar de la autopista 231 |
El calor viene como un puñetazo y ni un soplo de viento se mueve |
Él mismo, la lata de Coca-Cola humeando en mi mano |
Y ese gran coche de alquiler verde que está en el aparcamiento, es mío. |
Todavía tengo tres días, es decir, solo tres días. |
Una semana de vacaciones, demasiado corta para una gira como esta. |
Siempre te quedas en la superficie, simplemente no ves nada más profundo |
Me pongo detrás del volante, enciendo el motor |
Los botones bajan solos y luego |
El aire acondicionado sisea el verano de Alabama de mi cara |
Y cuando miro hacia arriba, este hombre está parado a mi lado. |
Un negro y me pone la mano en la puerta |
Pone su mano en la manija de la puerta de cromo brillante |
Y él está sosteniendo un pedazo de cartón garabateado |
La ventana lateral teñida de verde y puedo |
Dificultad para descifrar una sola palabra, algo así como «Hogar» |
Se ve totalmente fuera de lugar y bastante estafado. |
Cuidado, está a punto de sacar su .44 Magnum |
Tal como la he visto en el cine mil veces' |
Sonríe cansado y sus dientes brillan blancos. |
El sudor gotea de su cabello y rostro. |
En riachuelos brillantes hasta su camiseta andrajosa |
Y mi almohadilla es suave y el paquete de seis está a la mano |
Y el motor ronronea como el viento de la mañana cuando está parado |
Y el cuero es suave y fresco contra mi piel. |
Tienes un auto que es tres veces más largo que grueso. |
Estás solo y tienes tiempo, evitas su mirada. |
¿Tienes miedo o qué, o crees que te está robando la coca? |
Y niego con la cabeza, de verdad hombre, lo siento |
El termómetro marca 104 grados Fahrenheit |
Los neumáticos chirrían al maniobrar sobre el asfalto blando y pegajoso |
Y lo veo de pie en el estacionamiento de calor abrasador |
Puedo ver claramente esa sonrisa triste |
Y en el espejo retrovisor la figura alta, indecisa y dejada de la mano de Dios |
La calle se extiende frente a mí en la luz brillante |
Simplemente no puedo sacar este encuentro de mi mente |
Cómo se paró frente a mí inquisitivamente con su peto desgarrado |
E inmediatamente imaginas toda una película de terror, - |
Era un trabajador de campo que no quería nada más que irse a casa. |
¡Y simplemente dejas al hermano humano parado al costado del camino! |
'Ni siquiera abrió la ventana para él una rendija |
¡Simplemente mirabas hacia otro lado, solo mirabas hacia otro lado!" |
el V8 se queja |
Y el aire acondicionado sisea: "¡Eres un hermoso filántropo!" |
Y los neumáticos zumban: “¿Habías visto algo así antes? |
¡Deja al hermano en el estacionamiento quemado por el sol!» |
Y las juntas del camino rugen: "¡Así no descansarás!" |
Tome la siguiente salida, dé la vuelta y regrese. |
A media hora de distancia y con un poco de suerte |
Si sigue ahí y te juro que lo llevo a donde quiera |
Déjalo estar allí, solo un cuarto de hora. |
¡Solo tres minutos, no te vayas, hombre, te llevaré! |
Y ahí por fin está el estacionamiento y está desierto y silencioso |
A veces creo que lo veo allí en el borde de la carretera |
A veces podría jurar que lo reconocí |
¿No es el que recoge la ropa y te trae la comida? |
¿No es el que conduce tu auto a través del lavado de autos? |
En el hotel, limpiando las manijas de latón, cortando el seto |
¿Quién canta gospel al piano en el bar para borrachos a rayas? |
Siempre el que vive en el lado equivocado de la ciudad |
Siempre el trabajo más duro y siempre mal pagado. |
Siempre el que simplemente se dirige con "Du". |
Siempre el del overol andrajoso |
Siempre despierto, siempre alerta, siempre y en todas partes |
Siempre el de la sonrisa decepcionada en su rostro |
'Ni siquiera abrió la ventana para él una rendija |
¡Simplemente mirabas hacia otro lado, solo mirabas hacia otro lado!" |
el V8 se queja |
Y el aire acondicionado sisea: "¡Eres un hermoso filántropo!" |
Y los neumáticos zumban: “¿Habías visto algo así antes? |
¡Deja al hermano en el estacionamiento quemado por el sol!» |
Y las juntas del camino rugen: "¡Así no descansarás!" |
Quizás fue el Mesías quien, después de dos mil años |
Vino de nuevo y no lo condujiste |
Con tu reluciente trono cromado, con aire acondicionado y suave |
Oh, no te compensan tan fácilmente |
¡No trajiste al hermano a casa! |
Y un padre no es su hijo pródigo |