| Cuando fui cortejada por el amado y temerario
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| Hice mi caso a los nombres más altos
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| Pero me ahogaron en aleluyas
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| Todos sordos, todos sordos de alabanza
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| Justo donde crees que lo haría, encontré mi circo
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| En la tenue luz de un bar del oeste de la ciudad
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| Gritando bendiciones para alimentar nuestro fuego
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| «Amén, amén, qué hombres somos»
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| Y como el roble y los anillos de humo te pintan
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| En un resplandor de Van Dyke Brown
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| Para verte bailar tan libre, no puedo sentir nada
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| «Hola chicos, hola chicos, hombre caído»
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| Dijiste que te quedaba como la armadura de un granjero
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| Y campos que alejan su mente
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| Y cómo te curas del dolor de un huérfano
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| Oh, mientras las lluvias lavan el gris
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| Porque estaba perdido como un político
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| Atrapado en un juego de tira y afloja
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| Cuando encontré mis pies resbalando
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| Me encontré deseando
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| Sabía qué era lo que siempre representaba
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| Pero luego te enfrías y yo solo soy mi madre
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| Intenta remodelarme y solo soy mi padre
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| Y todas las canciones que aprendí
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| Antes de que los olvidara
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| Ahora cuando llega el día
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| que me bajan
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| En un caso de Van Dyke Brown
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| ¿Quieres escuchar a mi circo gritando en bendición?
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| Quiero escucharlos cantar todos sordos de alabanza
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| Quiero verte bailar en el resplandor de la puesta del sol
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| Todo alrededor, todo alrededor
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| Tan libre, tan libre
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| Todo alrededor de mi tumba
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| Todo alrededor de mi tumba |