| Debajo de una sola estrella iluminada,
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| Girando alrededor tanto cerca como lejos
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| Un trono congelado yace frío y dormido
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| Y sostuvo al gigante, alto y llorón
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| «Por los inviernos eternos, perdidos en el tiempo,
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| lloro por toda mi especie etin
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| La sangre que une tanto lo alto como lo bajo
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| Corre siempre a través del hielo y la nieve»
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| «Os veo hombres, una vez amigos y enemigos
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| Los hijos de Heimdall, las semillas se han sembrado
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| Todavía mantén tu aguamiel pura y bendita
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| Debajo de las estrellas, debajo del árbol»
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| «Sin embargo, nuevos días amanecen y las nornas han hilado
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| El destino final de los hijos de Odín
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| Nueve edades pasadas, nueve mundos chocan
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| Ahogándose profundamente en mareas carmesí»
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| «Tú buscas tu perdición y tu libertad mismo
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| La necesidad de hielo y llamas ardientes
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| La piedra negra llora por los parientes caídos
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| Los altos salones chocan en la tormenta y el estruendo»
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| «Dioses extranjeros golpean noche y día
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| Templos disparados, runas quemadas
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| Los mayores de los hermanos descarriados
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| Dio a luz nuevos y fuertes hijos de ansiosa frith»
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| «Para contener la marea de reinos perdidos
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| Para llevar el martillo a la cruz
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| El escaldo de sangre canta tu canción y fama
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| Fane del héroe y perdición del mártir»
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| «Cuento mi historia de eras pasadas
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| De ciclos eternos que pronto vendrán
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| Presta atención a mi verso, por el cuerno de Heimdall
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| Saluda ahora el fin de etin-borne» |