Apenas puedes ver el rastro en el viejo cuaderno,
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Recientemente fue…
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El tiempo ha volado
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tinta descolorida.
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La llama se ha extinguido, la llama se ha enfriado, no se puede devolver, no se puede cambiar, pero hace retroceder el pasado,
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Tira como un hilo.
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No te acuerdes, pero no te olvides
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últimas palabras, minutos.
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Guardo la dirección, números de teléfono, firmas,
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Pero por alguna razón, todos mis sueños se han quedado solo en sueños,
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Y el mundo ha cambiado de lugar de valores y basura.
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Entre viejas fotografías, poemas polvorientos,
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Entre romances dormidos y cientos de otros sueños
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Un recuerdo invaluable está vivo en un cuaderno gastado: tu letra.
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Durante tantos años, lo ocultó con la esperanza de que fuera más fácil.
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Y tus manos suaves me sostuvieron con cuidado,
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Temblando de frío, lloraste tiernamente,
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Rogándome que te jure serte fiel
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La plataforma vacía es testigo, no traicioné tu amor.
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El Orient Express llevaba un billete a Berlín
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Tres días de camino languideciente al son del tren, impulsado por el viento.
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En una mañana nublada, rompiéndose para siempre,
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Sentí tu voz de madreperla en mi corazón.
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Horas, como lágrimas, no pude dormir,
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sosteniendo ese cuaderno en las palmas,
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Vi: algún día, tal vez dentro de cien años, diré:
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“Fue hace mucho tiempo, el tiempo pasó, la tinta se desvaneció…”
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Las lámparas lloraban, y fuera de la ventana era de noche,
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Y sólo el viento tocaba un vals en los desagües.
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Cantaste, mirándome a los ojos, muy bajo.
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La pasión ciega ahogó las llamas de los dos.
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Por cuarto día consecutivo, la lluvia silenciosa golpea la ventana,
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Y el viento del norte atrae, el parque arroja hojas,
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Y los álamos en el parque lúgubre, en anticipación del invierno, respiran solos, luto con él como el otoño.
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Estas sombrías palabras parchearon la memoria
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Pero los sentimientos son falsos... no se pueden enfriar, dejar.
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Dar la vuelta y empezar de nuevo, por desgracia, ellos
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Vuelven a deformar el alma, dejando abrasiones y puntos de sutura.
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Sí, ¿qué entiendes? |
¿Simpatía y dolor?
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Nunca lloré en vano
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Es la lluvia la que tiene la culpa.
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Pagué en su totalidad ante el destino por esa ruta,
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Pero en esta vida hubo un polizón.
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Las notas están congeladas, pero tú guardas un triste silencio.
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La luz de las lámparas en la noche se hace eco de las habitaciones.
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Un poco de frío y poco a poco somnoliento
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Melodía del pasado. |
Detrás de la siguiente pared
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El piano toca un vals, las luces y las noches dan vueltas,
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Y deambulo por los bulevares, pisando charcos.
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Volviendo por la mañana, solo en teclas blancas y negras.
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Escribo sueños y memorias derretidas.
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Probablemente todavía estés durmiendo, a miles de kilómetros de distancia.
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Nos dividen, y me quedo con tu retrato,
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Llamo a mi amado...
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O el corazón tiene la culpa, o el tiempo no ha olvidado, solo nos queda estar juntos...
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¡Maldita tinta!
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Las lámparas lloraban, y fuera de la ventana era de noche,
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Y sólo el viento tocaba un vals en los desagües.
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Cantaste, mirándome a los ojos, muy bajo.
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La pasión ciega ahogó las llamas de los dos.
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Las lámparas lloraban, y fuera de la ventana era de noche,
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Y sólo el viento tocaba un vals en los desagües.
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Cantaste, mirándome a los ojos, muy bajo.
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La pasión ciega ahogó las llamas de los dos. |