El poeta no está del todo en casa, la familia del poeta está de vacaciones.
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Está agobiado por la languidez y no inspira el verano.
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De ahora en adelante solo nada braza detrás de las boyas.
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Los marineros no tienen colchones, los marineros tienen hamacas.
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Wa-pa-pa-pa-da-pa-pa-pad, wa-pad-pad-pa-pa,
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Los marineros no tienen colchones, los marineros tienen hamacas.
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El cielo camina sobre el poeta, la tierra seca vaga bajo el poeta.
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La dicha ha acabado con el poeta, el sol fríe, la sed seca.
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¿Qué inventar para que el calor no aplaste los huesos?
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Vivir en poesía no es nuevo, y la prosa tampoco lo es.
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El poeta no tiene dinero, no dan sobornos por rimas.
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Es guapo y no un holgazán, pero su alma se le va a los talones.
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como la poesía, como Pompeyo, cuyos días están contados,
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La amaría más si no hubiera esposa.
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El poeta tiene la garganta seca, dolor en la nuca y las cejas juntas.
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Las raíces se secaron en la raíz, las hojas se pegaron en la misma corona.
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Todos los robles desde el principio del mundo despiden la mente,
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Me crearé un ídolo para no dormir solo.
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No hay celo, ni calor, ni deseos infatigables,
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Ni siquiera es una pena tirar la vieja radio.
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Corté esta herejía, pero en mi cabeza suena sola:
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Bashakov canta sobre Alice, Komarov sobre la vida, mierda.
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Sin familia, solo en el mundo, como un sonámbulo en un jardín,
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Los Floyds en el casete se han desvanecido, los peces en la cómoda han muerto.
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Antes había tantos pensamientos, pero ahora hay espacio en el cerebro,
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Y de las rimas sólo quedaron Gibraltar y Labrador.
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No hay nada que justifique la ociosidad, el poeta tiene un virus extraño.
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¿Cuál es el corazón? Incluso su hígado se detuvo.
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Ahora no duerme de noche, aullando a la luna
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Y el cuarto año cumple la trigésima primera primavera.
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El poeta vive, y de nuevo en casa, el verano queda atrás,
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Tres volúmenes sin terminar, libreto sin terminar,
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Los barcos de vapor sonaban, los trenes silbaban.
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La naturaleza no tiene clima, la naturaleza, como siempre.
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Los marineros no tienen colchones, y la naturaleza tiene tra-ta-ta... |