| Una vez me hiciste llorar
|
| Siéntete orgulloso de que te recuerde
|
| Me duele la barbilla, el moretón se ha ido
|
| Pero el lugar es tierno
|
| Di mi mano, una hermana tímida
|
| Al callejón de algodón donde disfrutaste
|
| Tus juegos perversos, chico curioso
|
| Até mis cordones juntos
|
| Cuando me caí, te reíste hasta que te dolió la barriga
|
| En el pasillo colocado detrás de la tienda de cinco y diez centavos
|
| Así es como te hice sonrojar
|
| Pero dudo si recordarías
|
| ¿Mis lágrimas eran genuinas o las de un hábil simulador?
|
| Nada precioso, fácil de ver
|
| No hagas un escándalo por mí
|
| No fuerte, no suave, pero en algún punto intermedio
|
| Di «lo siento», que sea la palabra a la que te refieres
|
| Yo era una pequeña plaga que nunca tomó una pista
|
| Nunca podría tomar una pista
|
| Me pellizcaste los dedos en una puerta
|
| Y tiré mi libro para colorear en un barril oxidado
|
| Nada precioso, fácil de ver
|
| No hagas un escándalo por mí
|
| No fuerte, no suave, pero en algún punto intermedio
|
| Di «lo siento», que sea la palabra a la que te refieres
|
| Saqué arañas de mi cabello
|
| Dedos en la puerta
|
| Mi blusa azul favorita manchada en la espalda
|
| Huyendo de una guerra de bayas
|
| Nada precioso, fácil de ver
|
| No hagas un escándalo por mí
|
| No fuerte, no suave, pero en algún punto intermedio
|
| Di «lo siento», que sea la palabra a la que te refieres
|
| ¿Puedes oírme gritar?
|
| En el callejón del algodón, grita
|
| Callejón de algodón |